The Boys: cuando la parodia superheroica se torna política

“Todo es política”
Thomas Mann

Como consumidor y aficionado de la cultura pop/geek, sus productos son para mí entretenimiento, sí, pero también son de mucho apasionamiento, además mi formación analítica en Ciencias Sociales (Ciencia Política siendo preciso), me inclina a veces a sobreanalizar mucho una novela gráfica, una película o bien serie, gracias al boom del streaming.

Dicho lo anterior, es común en redes sociales leer comentarios, no muy positivos, sobre que muchas películas, series, se han vuelto propaganda de agendas progresistas o parte de políticamente correcto.

Por ello no es de extrañar que series como The Boys, en la plataforma de Amazon Prime, y de la cual ya he hablado antes en este espacio, hayan creado un universo propio del tan renovado/gastado género superheroico, pero logrando a la vez burlarse de toda la parafernalia de Marvel y su competidor DC.

Sin embargo, ahora con el estreno de su más reciente temporada, de la cuál no haré un análisis de todos sus capítulos dado que estos serán dosificados hasta inicios de julio, pero de que en este tramo que se ha dejado ver en su primer cuarto, sí vemos una marcada sátira sobre aspectos político-sociales interesantes.

Ahora bien, que vemos en esta ficción sobre el mundo de los vigilantes con poderes, ajustados trajes, actitud de político o estrella de cine, producto de la misma frivolidad o banalidad de ese entorno. Pues ahora una marcada inercia hacia temas de lo político, que incluso ha despertado quejas entre sus seguidores.
Ya que Homelander (un Superman malvado, el cual ya es un recurso bastante gastado), sigue hundiéndose en su reputación cada vez más, pero que ello lejos de disminuir su popularidad, todo lo contrario en especial en la zona suroeste de los Estados Unidos de esa ficción.

Además de ahondar en la colaboración del gobierno estadounidense, su aparato de inteligencia ha colaborado con los denominados “súper”, en proyectos de índole militar, prácticamente desde la II Guerra Mundial.

Situación que hace para algunos de los personajes molestos con la malvada corporación Vought, vuelve más complicada su cruzada colectiva de destruir, chantajear, incluso hundir, a la empresa, pero que su complicidad con el gobierno complica más las cosas para ellos.

Siendo lo anterior una sátira de las corporaciones, que, junto a los gobiernos en muchos países del mundo, hacen alianzas estratégicas para su propio lucro.

Tal vez para muchos no sea agradable que un producto de la “cultura pop” se vuelva muy “político”, pero sí nos puede ayudar a concientizar de muchas problemáticas contemporáneas. Finalmente, la política está en muchas esferas de la sociedad para bien como para mal.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24

Imagen: Internet