El chiste es leer
octubre 16, 2018
Braulio Mago
Con tantos medios y publicaciones ya independientes es más fácil que nunca tener la oportunidad de leer. Algo que hasta hace no mucho era un privilegio para los que realmente tenían acceso y acercamiento a los libros. Pero siempre existe la eterna pregunta, con tanto que me puede gustar o llamar la atención, ¿qué es lo que debería leer?
Primero que nada lo más recomendable, más que definir un género literario, es definir para qué se quiere leer; opciones como: conocimiento, distracción, investigación, superación, etc. Con esto ya cualquier se puede encarrilar a si leerá artículos de investigación o hasta un simple cómic de Batman. Pero lo cierto es que, sea lo que prefiera o los gustos que tenga, el chiste es leer.
Los clásicos siempre serán buena opción, esos libros que a pesar de haber sido escritos hace décadas o incluso siglos, siguen y siguen vendiendo copias, perdurando y sin decepcionar generalmente al lector. También siempre estará la literatura cinematográfica, es decir, todos aquellos que ya cuentan con películas y una narrativa no tan compleja que puede ayudar a lectores principiantes (claro hay muchas excepciones de libros cinematográficos bastante complejos).
Hay un dicho popular que dice que: aquella persona que no le gusta leer, es porque aún no ha encontrado el libro indicado. Solo hace falta rascar entre los millones, millones y millones de libros que existen para que cada persona por lo menos encuentre UNO que logre influenciarlo de algún modo.
Además, las redes sociales están repletas de páginas que permiten leer todo tipo de cosas, autores de cualquier parte del mundo y textos que en cualquier otra época hubieran sido imposibles de encontrar; ya sea por falta de distribución o libertad de pensamiento como lo ofrece el Internet.
Pero eso sí, muy importante, al comenzar a leer, asegúrese por favor de leer algo que verdaderamente le llame la atención y disfrute; porque ahí es donde se genera el “me da sueño” o “me aburre”, por la bendita falta de interés. No cualquier libro tiene una historia para todos. Después de todo, el libro es el que escoge al lector.
