Las energías renovables y la 4T

Las energías renovables y la 4T

febrero 13, 2019 Desactivado Por La Opinión de

Este lunes 11 de febrero el Presidente López Obrador anunció el nuevo plan en materia de generación de energía; a grandes rasgos mencionó que para esto se contempla el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la ya tan mencionada revisión de los contratos en varios giros del sector con empresas privadas y se propone también poner especial énfasis en la energía generada por carbón y gas. Dice el Presidente que se quiere apostar a las energías renovables, pero no se dieron mayores detalles de que cómo se hará.

A lo largo de los primeros meses de la administración federal se han tomado muchas decisiones que parecen dar el mensaje contrario, tan sólo unos días después de la toma de protesta de AMLO como Presidente, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) anunció la suspensión de la cuarta subasta de largo plazo; estos proyectos permiten que suministradores de servicios básicos y gobiernos logren contratos para satisfacer la demanda de energía que se deben cubrir en cada territorio, se fija un precio y se paga por la generación de energía, principalmente renovable, con el objetivo de que sea más barata con el tiempo.

Las tres subastas anteriores han registrado beneficios económicos positivos, sin embargo, ésta se canceló argumentando que se revisarían sus objetivos y alcances; no se ha comentado nada más, ejemplos como éste tenemos varios: a principios de diciembre se colocó la primera piedra de la refinería de Dos Bocas en Tabasco y se presentó también el plan para rehabilitar las 60 hidroeléctricas que producen energía con combustibles fósiles, principalmente carbón, y como efecto secundario tienen altas emisiones de dióxido de carbono a la atmosfera.

En materia presupuestal es claro el enfoque del gobierno en los hidrocarburos, se puso énfasis en recursos para la rehabilitación de plantas eléctricas de carbón, diésel y gas, alejando recursos para centrales de energía limpia; la CFE invertirá 10 veces más en plantas de carbón que en centrales de energía renovable. Todo esto se percibe, por la comunidad energética del país, como un completo desinterés del gobierno en las energías renovables y en los compromisos ambientales. La Ley General de Cambio Climático establece un compromiso de reducción de gases de efecto invernadero de 30% para 2020 y del 50% para 2050, además de una meta de 35% de generación eléctrica con fuentes limpias para el 2040.

A nivel mundial los países avanzan de forma importante hacia esta impostergable transición energética, apostando todo por las energías renovables; en México, ¿para cuándo las acciones claras y contundentes en este sentido?

Rubén Galicia

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