La educación en México, consummatum est

La educación en México, consummatum est

mayo 21, 2019 Desactivado Por La Opinión de

La locución latina que da nombre a este texto se emplea a propósito de un desastre, cuando algo provoca una gran pérdida y el daño es irreparable; significa, literalmente, “todo se acabó”.

Señalar que hemos sufrido un daño insalvable en materia educativa, no es una expresión alarmista o exagerada, es darle la justa dimensión a lo que ocurrió en las últimas semanas y que en días recientes culminó por sucumbir… la contrarreforma educativa de López Obrador ha demolido el anhelo nacional de tener un sistema educativo a la altura de los grandes retos que enfrentamos y ha extinguido la luz de esperanza de muchas generaciones de mexicanos para alcanzar mejores condiciones de vida.

Recordemos que en 2012 se presentó un hecho sin precedentes en el sistema político mexicano –El Pacto por México–, mecanismo que permitió al Presidente Peña Nieto forjar alianza con las principales fuerzas políticas del país, para, en conjunto, trabajar y aprobar una ambiciosa agenda legislativa, misma que habría de transformar nuestro entramado institucional y habría de corregir añejos vicios. En el marco de dicho Pacto, se dio la reforma educativa, cuyos principales beneficios serían: recuperar la rectoría del Estado en la asignación de plazas y ascensos; retomar el control de la nómina magisterial para evitar abusos, cobros desmedidos o duplicados; evaluación docente para asegurar que los mejores y más capacitados estuvieran frente a grupo; así como la creación de un instituto autónomo para evaluar al Sistema Educativo en su conjunto… todo eso, se acabó.

López Obrador se empeñó en criticar esta noble reforma, a cambio del apoyo político del ala radical del magisterio, la CNTE, por lo que envió al Congreso de la Unión una contrarreforma que acaba de ser aprobada por ambas Cámaras del Legislativo y la mayoría de los Congresos Locales del país –en muchos de ellos hay mayoría de MORENA–; por lo anterior, han condenado el futuro de millones de mexicanos hacia la mediocridad y a una ínfima calidad de vida… se les olvidó aquello de #ConLosNiñosNo.

Los cambios constitucionales que fueron aprobados consisten en una ambigua redacción sobre quién tendrá la rectoría en la asignación de plazas –existe una ventana que dará, de facto, el 50% de éstas al Sindicato–, además que a partir de este momento, detuvieron las evaluaciones docentes y ahora serán opcionales –lo cual no garantiza tener a los mejores impartiendo clase a la niñez–, sin dejar de lado que desaparecieron al único órgano que vigilaba los avances –INEE–, para crear un organismo que será maniatado por el Presidente.

Difícilmente se volverán a dar condiciones para revertir uno de los peores males que ha dañado a nuestra sociedad; en 2013 se avanzó en un asunto que históricamente se señalaba como uno de los grandes pendientes del gobierno y que ahora ha sido dilapidado por cumplir compromisos políticos, sin darse cuenta del grave error que implica. Hay oportunidades que no regresan y, como país, acabamos de despilfarrar una que ya teníamos ganada.

Hugo Monroy

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