A 64 años del voto femenino en México

A 64 años del voto femenino en México

julio 3, 2019 Desactivado Por La Opinión de

El 3 de julio de este año se conmemoran 64 años del voto de la mujer en México, ya que en 1955, por primera vez, las mujeres pudieron votar para elegir diputados federales para la XLIII Legislatura.

No obstante, cabe aclarar que este derecho no fue reconocido por la “amabilidad” y empatía de unos cuantos gobernantes, sino por un trabajo histórico, recriminado, prejuzgado e invisibilizado. Es por ello que hoy quiero agradecer a Laureana Wright, creadora de Las violetas de Anáhuac, ya que en 1887 empezó a sembrar la inquietud del sufragio para las mujeres en México.

Gracias a Las hijas de Cuauhtémoc y a su lideresa Dolores Jiménez y Muro, quien en 1910 (aproximadamente), ejerciendo su derecho de protesta social, se manifestó para que hoy yo pueda tener el derecho de poder de elegir a mis representantes, aunque ello le costara varios años en la cárcel.

Gracias a Hermila Galindo, quien decidió enviarles una carta a los miembros del Congreso Constituyente en 1916, solicitando reconocer los derechos políticos de las mujeres en la nueva constitución y que a pesar de que dicho Congreso hiciera caso omiso a la petición, fuese la primer mujer congresista federal en México en 1952.

Gracias a las más de 50 mil mujeres integrantes del Frente Único Pro Derechos de la Mujer, por exigir en 1953 a los gobernantes y candidatos reconocer el derecho a las mujeres para poder votar.

Gracias a aquellas valientes mujeres que en 1955 fueron las primeras mujeres en acudir a ejercer su derecho legítimo, frente a toda la adversidad y estigma social. Gracias a aquellas mujeres revoltosas, ya que por ellas una niña ya no verá imposible poder ser una tomadora de decisiones, una alta funcionaria, una senadora.

Gracias a las revoltosas contemporáneas, ya que ahora es una realidad la paridad transversal, en todos los poderes de la unión, órganos constitucionales autónomos y órdenes de gobierno; implementado como una acción afirmativa para “emparejar” la cancha a un grupo históricamente relegado en la toma de decisiones.

Gracias a todas las feministas por acercarnos cada vez más a la igualdad sustantiva.

Ximena Jiménez García

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