El peligro de ser mujer en México: feminicidios

El peligro de ser mujer en México: feminicidios

septiembre 25, 2018 Desactivado Por La Opinión de

Ximena Jiménez

Cada cuatro horas una mujer –ya sea niña, joven o adulta– es asesinada en México de forma violenta, es por ello que ser mujer en México significa que haya altas posibilidades de ser asesinada y que exista el preocupante porcentaje del 98% de que el crimen quede impune.

Lamentablemente los asesinatos no quedan ahí, sino que los anteceden casos de abuso sexual y violaciones, tal fue el caso de Mara Castilla, una joven de 19 años que fue violada y asesinada en Puebla por el conductor que contrató a través de la app Cabify. Cabe mencionar que, a un año de su muerte, se logró que se imputaran los delitos de feminicidio y violación equiparada a dicho conductor; ya que anteriormente solo se había logrado la imputación del delito de privación ilegal de la libertad.

Es importante hacer mención de los casos recientes de Valeria Teresa de 11 años, que fue violada y asesinada en el Estado de México; Ana Lizbeth, una niña de 8 años, que fue secuestrada en Nuevo León, dos días después su cuerpo fue encontrado. Estrella, una pequeña niña de 7 años, fue violada y asesinada por un amigo de la familia en Tamaulipas.

Por otro lado, se encuentran Mariana Lima y Lesvy Rivera que, aunque entre ambos casos medien 7 años de diferencia, en uno y otro, las autoridades los quisieron hacer pasar como suicidios y no como lo que realmente fueron: feminicidios.

La violencia incontrolable hacia las mujeres en México ha llamado la atención de instancias internacionales, el 23 de julio de este año el Comité para la Eliminación de la Discriminación de la Mujer de la Organización de las Naciones Unidas (CEDAW, por sus siglas en inglés) pidió al Estado mexicano asegurar que el feminicidio sea tipificado en todos los códigos penales del país, así como adoptar medias urgentes para prevenir, investigar y sancionar adecuadamente las muertes violentas y desapariciones de mujeres.

La figura del feminicidio ha resultado ser controversial, muchos alegan que es una figura jurídica discriminatoria hacia los hombres, ¿por qué la privación de la vida de una mujer debe ser más severamente castigado que la de un hombre? Sí, el índice de homicidios hacia los hombres cuenta con cifras más elevadas, de eso no hay duda, tampoco hay duda de que no debe hacerse un trato preferencial arbitrario; no obstante, cabe resaltar que las mujeres son asesinadas solo por el simple hecho de serlo, debido a la discriminación sistémica hacia la mujer y en las relaciones de poder desiguales entre hombres y mujeres, además que, es común que los autores del delito sean personas cercanas como el padre, hermano, novio, esposo, concubinario o algún amigo.

Aunado a lo anterior, según registros de las fiscalías estatales y de organizaciones de la sociedad civil, no existe lugar seguro para ser mujer en México, toda vez que los delitos suelen cometerse en sus casas, en parques, en el trabajo, transporte público y hoteles.

Con todo lo anterior, no pretendo aterrorizar la vida diaria de las mujeres, sino crear una consciencia colectiva ante todo este problema de enormes magnitudes. Dentro de la esfera de privilegios en la que muchas vivimos, solemos ver la violencia a lo lejos como meras espectadoras y no como partícipes de la misma. Mara, Valeria, Ana, Estrella, Mariana y Lesvy –por nombrar algunas mujeres de entre 52,210 asesinadas desde 1985– nos recuerdan nuestra vulnerabilidad, la cuestión es qué hacer con esa consciencia colectiva ¿seguir siendo espectadoras?

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