El estado de negación de la realidad nacional
agosto 2, 2019Regularmente los individuos, algunas sociedades e incluso las instituciones, se afrontan constantemente a una negación de la realidad, que en términos psicológicos es un mecanismo de defensa, que busca negar la existencia de conflictos o la relevancia de los mismos.
Tenemos desde una persona que afronta diversos problemas emocionales, laborales, etcétera, pero decide no asumir que pasaron o afrontarlos, por lo que el cúmulo de estos, en determinado momento, cae por sí mismo, llevándolo a una crisis; lo anterior aplica también para una sociedad que niega su pasado histórico, sus problemas políticos, económicos, culturales y demás. Trasladado lo anterior a la dinámica de las instituciones y actores políticos, se da el mismo factor, recordemos por ejemplo el punto de quiebre del Sistema Político Mexicano en 1968, tras los sucesos de Tlatelolco se evidenciaron la naturaleza del Estado, como uno con características de autoritarismo y represión. El entonces Presidente sí asumió la responsabilidad, pero se negó a ver esa realidad que era los elementos que convirtieron al sistema en lo enunciado en líneas anteriores.
Otra crisis similar se puede remontar a 1994, un año crítico para el país en el aspecto político, económico y social, en el que se evidenciaron desde crisis económicas hasta una vorágine de acontecimientos, que llevaron a que la hegemonía del PRI entrara en decadencia hasta el año 2000; de igual manera los presidentes en turno se negaron a ver la realidad, de ahí sus consecuencias posteriores.
Llega el año 2000 y después de años de gobiernos del PRI, el PAN tiene su oportunidad en la Presidencia de la República, sin embargo, le fue muy difícil cambiar las cosas, a pesar de haberse vendido electoralmente como “el gobierno del cambio”; nuevamente el Presidente se negó a ver la realidad de un país, que no era igual que gobernar un municipio de Guanajuato o una empresa privada.
Omitamos un poco 2006 y 2012, pues ambos mandatarios negaron los evidentes problemas de seguridad nacional y económicos, además de políticos.
Ahora es una constante, de los gobiernos de la 4T, negar una realidad en este caso económica, resultando sencillo culpar al pasado reciente y no tanto; al respecto, con los fantasmas de una recesión deambulando por el país, los evidentes sesgos autoritarios en Tabasco, entre otros temas. Poco a poco los ideólogos y políticos de la Cuarta Transformación evidencian la constante de que, en una revolución o cambio de gobierno, siempre terminas siendo peor o convirtiéndote en aquello que juraste combatir.