Del machismo al exterminio de género

Del machismo al exterminio de género

agosto 21, 2019 Desactivado Por La Opinión de

México sí es un país peligroso para las mujeres; en la marcha leí carteles como “deseo morir vieja y no por ser vieja” y “no me cuidan, me violan”, son algunas frases que marcan el fundado enojo de las mujeres mexicanas.

La violación a una joven por policías de la CDMX, que está en investigación, los videos, la pérdida de pruebas genéticas, las expresiones de las autoridades, entre otras tantas cosas, fueron la gota que derramó el vaso por los constantes abusos en contra las mujeres.

De nada sirvió tipificar el delito de feminicidio y de nada sirvió aumentar la pena, si la sociedad no cambia; los hombres y las mujeres somos iguales ante la ley, pero eso solo está escrito en nuestra Constitución, pero en casa, ¿cómo escribes la igualdad entre tu mamá, esposa, novia, hija, hermanas, amigas, etc.?

La agresión física o sexual o la muerte de una sola mujer, en manos de un hombre, se debe castigar con todo el peso de la ley; sin embargo, la autoridad y la sociedad se preocupan cuando las muertes ya se consideran por cifra y no por nombre; eso, definitivamente es una lástima.

Tuve la fortuna, por lo que veo ahora, de ser educado bajo principios de respeto máximo a las mujeres; de su libertad de vestir, de opinar, de pensar, de decidir, de aportar, de trabajar, de espacio, de diversión y, sobre todo, de las diferencias claras entre mi sexo y el de ellas.

Denuncias se acumulan y carpetas de investigación se apilan, pero los culpables siguen libres; si tan solo en México el que le hiciera daño a una mujer fuera detenido y sentenciado, veríamos claramente una disminución en los acosos y feminicidios.

Pero ahí no para, el acoso y el feminicidio se debe detener en la conciencia del niño, del joven y del hombre; casos hay todos los días, es común y a la vez está mal escuchar de celos extremos, enviar la ubicación por desconfianza, los gritos por desacuerdos, la implementación de la agenda masculina ante la femenina, el destino económico a gustos generales y no femeninos, entre otros.

Ahora pasemos a las propuestas, a las posibles soluciones: un sistema educativo enfocado a la igualdad de género y de respeto, que se imparta de manera obligatoria en todos los niveles educativos; ahora pasemos al sistema judicial, se requiere personal calificado para investigar, enjuiciar y sancionar estos delitos, pero de igual forma, sancionemos a las autoridades que no hagan bien su trabajo.

Debemos fortalecer a las autoridades estatales y municipales para combatir, tanto en lo federal como en lo local, los delitos en contra de las niñas, jóvenes y mujeres; la homologación de protocolos sencillos para denuncias de los casos de acoso y amenazas y la seguridad de que estás protegida.

Conclusiones: la perspectiva de género es tarea de todos, de ti en casa, de ti en la escuela, de ti en el trabajo y de ti en la sociedad, #NIUNAMÁS.

Mario A. Zapata

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