Sucesión en la UNAM, ¿cambio a modo o autonomía?
octubre 23, 2019La máxima escuela de estudios, la Universidad Nacional Autónoma de México, se enfrenta a un proceso de renovación que puede darse en dos vertientes en su elección: que el Dr. Graue gane las elecciones, que no es un personaje afín del partido en el Gobierno, o que gane las elecciones cualesquiera de los otros aspirantes. Aunque en últimos días, se ha notado más una complacencia por parte del Ejecutivo Federal.
De la misma forma, el Jurista Pedro Salazar Ugarte, Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, también alzo la mano; sin duda, alguien de normas y de respeto a la autonomía y que tuvo los reflectores al proponer que los candidatos a la Presidencia hicieran un debate en la UNAM.
Cabe señalar, que también levantó la mano una “mujer”, Angélica Cuellar, Directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, alguien que también conoce a la UNAM, mujer de academia y respetada; alguien que se ha abierto el paso en una ruta masculina.
Y por último, como cuarto aspirante, el Dr. Daniel Velázquez Vázquez, más reconocido por la huelga de hambre que realizó en conjunto con otro docente.
La realidad es que quien llegue o el que esté tiene un reto bastante grande; pareciera que los problemas políticos y sociales que vive un Estado, en su debida proporción, se viven en la UNAM.
De igual forma impactan las medidas tomadas, como es el caso de la austeridad republicana, que hizo eco al interior de la universidad a través del “Programa de Racionalidad Presupuestal 2019”, a pesar de que no hubo un recorte en el presupuesto.
Los retos, por citar algunos, serían: mantener la autonomía a toda costa, ante un escenario de ataques del actual Gobierno a los órganos autónomos.
Una más, la seguridad en los planteles; la UNAM ha padecido todo tipo de problemas de seguridad, desde feminicidios y problemas de acoso y abuso sexual, hasta llegar al narcotráfico (sin mencionar los últimos reportajes en torno al desvío de recursos entre la universidad y el club de futbol Pumas);
Simplemente, no podemos comprender como una Universidad, de este nivel, tenga ese nivel de inseguridad; aunque si consideramos que la seguridad de los planteles está a cargo del STUNAM con personal no preparado para afrontar tales adversidades.
La peleada autonomía (buena y mala a la vez) parece que convierte a nuestra máxima casa de estudios en una institución feudal.
Otro más, es mantener en equilibrio el esquema y participación de los sindicatos.
Sin mencionar la promesa incumplida, por distintas administraciones, en torno a liberar el auditorio Justo Sierra, conocido desde la huelga de 1999 como Ernesto “Che” Guevara.
En conclusión, la sucesión en la Rectoría de la UNAM no es un tema menor, preservar o vulnerar la autonomía de la máxima casa de estudios, sin duda impactará directamente en la vida de miles de mexicanos estudiantes y académicos, investigadores y trabajadores de la máxima casa de estudios.