La inteligencia artificial y las democracias
enero 17, 2020Seguramente usted, al igual que muchos, ha visto películas de ciencia ficción, que nos narran sobre el futuro y el dominio de la inteligencia artificial sobre los seres humanos, tal es el caso de las películas ochenteras y de los noventas, que lograron tener ese impacto emocional en las personas; sin embargo, el paso de los años, y la llegada de nuevas tecnologías a nuestra cotidianidad, ha permitido que nos acostumbremos tanto a esos avances, para hasta incluso llegar a depender.
A partir de las historias de ciencia ficción, debemos ponernos a pensar, ¿hasta dónde puede llegar la inteligencia artificial de nuestro presente? ¿Debemos atemorizarnos por un posible dominio de esas tecnologías hacia nosotros en un futuro cercano? La realidad de hoy en día es que la inteligencia artificial, como bien apunta la científica Joanna Bryson, quien dirige un grupo de investigadores de la Universidad de Bath, que “La inteligencia artificial ya nos está ayudando a destruir nuestras democracias, a corromper nuestra economía y el Estado de Derecho”.
La inteligencia artificial no puede ser considerada como una amenaza, sin embargo, ya se está haciendo un uso no muy ético de ella, al corromper las democracias y el Estado de Derecho. Los casos más conocidos ya se han dado, como la supuesta injerencia rusa en la elección presidencial de 2016, en los EEUU, en la que se filtró información falsa, para según favorecer a Donald Trump sobre Hillary Clinton.
Otros casos que han llamado la atención, que debemos de analizar seriamente, no como una broma, sino como una realidad, es la del primer candidato robot en un distrito de Tokio Japón, llamado Michihito Matsuda, que pretendía “terminar con la corrupción”, dicho humanoide terminó por alcanzar la tercera posición dentro de la preferencia electoral.
Es justo allí donde podemos razonar una y dos veces, o quizá más, si una inteligencia artificial humanoide puede en verdad sustituir o mejorar el quehacer político humano, o incluso llegar a pensar que este tipo de inteligencias pudiesen tomar decisiones con mayor precisión, o ¿acaso los errores humanos, dentro de la política, hacen que se busque hacerla perfectible, con el uso de esas tecnologías? La realidad es que si la política humana fuese parcial o totalmente sustituida por dichas inteligencias, tendríamos varios dolores de cabeza y quizá muy pocos límites en nuestro actuar cotidiano.
Regresando a nuestro país, en México se valora la implementación del voto electrónico, que sustituya el sufragio tradicional en boletas de papel ¿sería este sistema confiable y eficaz, en un país como el nuestro? y esto lo pregunto por razones históricas, como las del 88 y la del 2006, o ¿ya habremos superado esos tiempos poco transparentes? La verdad es que sólo el tiempo nos dará la razón, habría que echar un vistazo a las experiencias que han tenido otros países con el uso de tecnologías dentro de sus sistemas electorales.
Con los recortes que tendrá el INE en los próximos años, dentro de la política de la austeridad republicana implementada por la administración actual, se tendrán que plantear nuevas rutas y acercarse hacia las tecnologías para llevar a cabo ese ahorro millonario, que se gasta elección tras elección. Finalmente, ¿usted piensa que la inteligencia artificial actual mejoraría nuestras democracias?