Quizá sea la oportunidad

Quizá sea la oportunidad

marzo 31, 2020 Desactivado Por La Opinión de

Es indudable que el COVID-19 representa un riesgo para el mundo entero; sin embargo, sin menospreciar la pandemia –al contrario–, creo que esta crisis puede ser también una oportunidad para nosotros mismos de hacer y deshacer todo lo que siempre postergamos. De poco sirve preocuparnos, vale mucho más la pena ocuparnos: hoy podemos ser héroes y salvar vidas con el puro hecho de sentarnos en el sofá.

Dado que salir a un bar no es opción; ir acompañado al supermercado tampoco; ni al cine ni al circo; en casa podemos hacer todo ello que un día dijimos “quisiera poder” y creímos que nunca podríamos.

Es nuestra oportunidad de cumplir el sueño de todas las mañanas en las que pensamos “cómo me gustaría quedarme calientito en la cama”; de leer todos los libros que hemos acumulado; de apuntarnos a un curso en EdX o Coursera de aquello que sabemos que profesionalmente poco nos puede ayudar, pero que disfrutamos enormemente; de volver a ver películas raras; de ver las series de las que todos nuestros amigos hablan, pero que siempre hemos pensado que son maratónicas o sólo para aquellos que no tienen muchas obligaciones; de hablarle a la abuela; de involúcranos con las nuevas formas de entretenimiento y de entender porque los niños se pasan pegados a la pantalla; de por fin darte cuenta de que eres tú el que sigue en Twitter a la artista de moda y no ella a ti.

Es la oportunidad de calmarnos, de intentar ponerle una especie de pausa a nuestra vida. Es quizá la benévola respuesta del destino a las veces que pedimos silenciosamente que el mundo se detuviera un poco para poder volver a subirnos a él. El mundo, tal cual, se ha detenido, es la oportunidad de asimilar y repensar si de verdad estamos haciendo de nuestras vidas lo que de niños nos propusimos.

Hoy es una nueva oportunidad de estar con los hijos; de dejar de tomar red-bull y empezar a tomar té de tila. Es la oportunidad de darse cuenta de que no es la maestra quien tiene la culpa, que nuestros niños, de verdad, pueden llegar a ser insoportables.

Es esta la oportunidad de ver por primera vez las fotos que un día tomamos con el celular “por si acaso”, pero nunca volvimos a ver; la de volver a dormir por la tarde hasta que el cuerpo aguante; la de volver a jugar turista mundial sin importar cuánto se puede alargar, es la oportunidad que creíamos utópica de no tener la obligación de salir de nuestras casas.

Es nuestra oportunidad, y si te sientes culpable piensa negativo sin que ello deje de ser cierto: es también nuestra responsabilidad.

Isidro O’Shea
Twitter: @isidroshea

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