COVID-19: ¿conspiración o desinformación? (parte II)

COVID-19: ¿conspiración o desinformación? (parte II)

abril 24, 2020 Desactivado Por La Opinión de

Decíamos en la edición anterior sobre la creencia popular en las conspiraciones, complots de las élites, sociedades secretas, etc., en la que, según estudios, todos los individuos sin importar condición son susceptibles de creer en ellas.

Esto no es la excepción con el tema del COVID-19; mucha gente en México, a pesar de la recomendación de las autoridades, sigue sospechando, creyendo, que la pandemia no es real y es algo que los gobiernos ocultan para una posible realineación de la economía global, de la misma política, en manos de los judeo masones illuminati reptilianos.

Lo anterior, si bien es una ligera ironía, cierto es que la falta de información certera, opacidad con respecto a los contagios, fallecimientos a causa de este terrible virus, hacen que la credibilidad en los gobiernos se pierda. Prueba de esto es el llamado de Televisión Azteca a no hacer caso al Subsecretario Hugo López Gatell, otro asunto que llega a complicar este panorama es que ya han sido varios estados de la República que tienen, en un sentido literal, otros datos con respecto a los de la federación.

Agravando esta crisis de desinformación, aunada a la de salud, apenas el fin de semana salió en algunos medios como The Washington Post, la fuente de algunos reporteros de que en efecto este brote de coronavirus fue creado en un laboratorio, mientras otros aseguran vino de animales. Incluso Donald Trump llegó a afirmar que habría consecuencias severas si se descubre que China tiene responsabilidad en este asunto. Claro tenía que decirlo pues su país es ahora de los más afectados del mundo en contagios y muertes derivadas de la epidemia.

Y todavía, por si las cosas no pudieran empeorar más, se está previendo una terrible crisis económica, de la cual ya estamos experimentando sus primeras consecuencias, a la par de que, aunque en algunos países están por relajar las medidas, ha sido la misma OMS quien señala que lo peor aún está por venir.

A lo que incluso, en las redes sociales de la desinformación, han afirmado que lo dicho por el organismo internacional es consecuencia de la negativa del mandatario estadounidense de dotar de recursos económicos a la organización.

Los dichos, rumores, afirmaciones en ocasiones carentes de sustento, derivados de la desinformación, nos remontan a un pasado reciente de 1938, cuando buena parte de la población en Norteamérica creyó la ficticia transmisión radiofónica de La Guerra de los Mundos hecha por el actor Orson Welles, basada en la novela de H.G. Wells, prueba de la irracionalidad ante la desinformación.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24


Imagen: Gerd Altmann / pixabay.com

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