“Gobernar” desde el púlpito

“Gobernar” desde el púlpito

mayo 5, 2020 Desactivado Por La Opinión de

Las conferencias de prensa “mañaneras” del presidente López Obrador son un instrumento permanente de campaña, para posicionar la imagen y el discurso de un personaje obsesionado con el aplauso, el reconocimiento y el control político, mediático y de la agenda pública. Las “mañaneras” son un vehículo de propaganda de un gobierno que se autodenomina la “cuarta transformación”, colocando a esta administración a la altura de grandes e importantes procesos históricos, como la Independencia, la Reforma y la Revolución.

El presidente, megalómano, se ubica, él mismo, ya en el panteón de los próceres de la historia, que con sus hazañas contribuyeron a la grandeza de la Patria; se ve a sí mismo a la altura de Hidalgo o Morelos, de Lerdo de Tejada o Iglesias, de Madero o Zapata.

Pero el poder absoluto le nubla la vista y, como el emperador que estaba desnudo, no se ha dado cuenta que está más cerca de Manuel Bartlett, René Bejarano, Nestora Salgado, Félix Salgado Macedonio, Gerardo Fernández Noroña, Elba Esther Gordillo y un largo etcétera.

Andrés Manuel es presidente de México, nadie lo discute, lo definieron los mexicanos que salieron a votar por él, en 2018, y lo ratificó la autoridad electoral; sin embargo, en los hechos es un predicador sin sotana, que mañana tras mañana se levanta a dar sermones; y sermón, de acuerdo a la RAE, es una “amonestación o reprensión insistente y larga”.

Diario amonesta, reprende, injuria, ataca, regaña y condena a sus “adversarios”, a los “conservadores”, a los medios que no hablan bien de él o de los suyos, a los empresarios, a los organismos internacionales, incluso a la sociedad civil organizada, porque “todo lo que es sociedad civil tiene que ver con el conservadurismo”, de acuerdo a sus propias palabras.

Desde el púlpito de su iglesia secular, López Obrador es mesías, apóstol y predicador; es evangelizador de ideas caducas y vendedor de esperanzas que nunca llegarán; “gobierna” desde el púlpito, porque todo el día, todos los días, está presente en los hogares de los mexicanos; “gobierna” desde el púlpito porque su gobierno es de palabras y no de hechos, es simulación descarada adornada con obras faraónicas, como Dos Bocas o el Tren Maya.

Pero la “esperanza de México” muy pronto se convirtió en la desesperanza de México y de los mexicanos; el manto de superioridad moral bajo el cual se cubrían los “impolutos” morenistas les ha sido arrancado por una ráfaga de viento de realidad.

Su obsesión del poder por el poder mismo se ha evidenciado en medio de la pandemia por el COVID-19, con sus pretensiones de arrogarse el control absoluto sobre el presupuesto, no vaya a ser que en 2021 su partido pierda las elecciones.

La pandemia también ha dejado a la vista de todos el tráfico de influencias y la corrupción en el sistema de salud, en donde el hijo de Manuel Bartlett vende al IMSS en más de un millón y medio los ventiladores para los enfermos de COVID-19.

Sin duda, gobernar es más que dar conferencias de prensa todas las mañanas; gobernar es más que sermonear a los mexicanos con discursos moralinos; gobernar es más que intentar marcarle línea a los medios de comunicación; gobernar es decidir y esta administración no lo está haciendo.

LA CUADRATURA

López-Gatell dice que al menos habría 6,000 muertos por COVID-19, al momento, 3 veces más que los números oficiales, ¿no que se ha podido domar la epidemia?

Alberto Lugo Ledesma
Twitter: @lugoledesma


Fotografía: freestocks.org / pexels.com

Réplicas