Ciudadanos: los verdaderos guardianes de las elecciones

junio 26, 2020 Desactivado Por La Opinión de

El 2021 será un año clave en lo electoral, tal vez en la consolidación de la Cuarta Transformación; al ser elecciones intermedias se renovarán gubernaturas, alcaldías y diputaciones locales como federales, por lo que los comicios serán un gran reto para la democracia mexicana.

Apenas esta semana AMLO declaró que él será el “guardián de las elecciones”, lo cual desde luego causó cierta indignación de sus opositores, incluso los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) Lorenzo Córdova y Ciro Murayama destacaron la importancia del papel del instituto como órgano constitucional autónomo, garante de elecciones libres y competitivas.

No se negará que México ha tenido un historial de procesos electorales, sumamente irregulares, tampoco el hecho de lo reiterado por el presidente de que nuestra organización de elecciones es de las más caras del mundo, que muy probablemente le fue robada la elección a López Obrador en 2006 tampoco.

Sin embargo, resultan polémicos o poco responsables los dichos del mandatario, ya que pareciera desdeñar, nuevamente, la importancia de los órganos constitucionales autónomos que son resultado de luchas ciudadanas para garantizar derechos que la misma Constitución nos reconoce.

Como sabemos el INE, con 30 años de existencia, surgió como la iniciativa de que las elecciones ya no fueran orquestadas desde el aparato gubernamental, pues la extinta Comisión Federal Electoral, la cual presidió en su momento Manuel Barttlet, ahora purificado por el lopezobradorismo.

La supuesta autonomía constitucional suena maravillosa en la ley, pero en la práctica sólo ha sido un control por parte del presidente en estos organismos, en una suerte de evolución de las facultades metaconstitucionales del presidencialismo mexicano, como bien decía Jorge Carpizo en su obra de este tema. Para los gobernadores existe una tentación similar de influir en sus institutos locales, sin embargo, esto cambió un poco con la Reforma Electoral de 2014, a través de los OPLE’s.

Dependerá que, más allá de discursos irresponsables, se pueda plantear una reforma política efectiva, una que regule el oportunismo de los partidos que se prestan cada cierto tiempo a hacer coaliciones; o que haga entrar a las mismas fuerzas políticas en la austeridad en el tema de financiamiento público, mismo que ninguno ha querido hablar de ello, sobre todo en estos tiempos de pandemia. En fin, dependerá de que los ciudadanos juguemos un papel clave para nuestra democracia.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24