La mezquindad política en tiempos del COVID-19
julio 24, 2020Hay una máxima atribuida a Winston Churchill, primer ministro británico durante parte de la Segunda Guerra Mundial, que afirma lo siguiente: “el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Y tal parece que esto aplica para los políticos mexicanos de todos los partidos, sobre todo en esta época de pandemia.
Como bien sabemos el próximo año 2021 se realizarán elecciones intermedias en México; sin duda, será un escenario postpandemia en el que valdrá la pena un nuevo despertar ciudadano, pues la realidad actual es que los gobiernos federal y locales están muy preocupados, consternados, pero ni siquiera por superar dentro de las posibilidades reales la actual crisis sanitaria, sino cómo esto les afectará electoralmente.
La pandemia por el COVID-19 se encuentra, en nuestro país, en un punto crítico; tenemos un gobierno federal que minimizó la situación, más ocupada en hacer politiquerías con los gobernadores de oposición, además de una población que no acata las medidas debido a la ignorancia, la desinformación generada por los medios de comunicación; además de los gobiernos federal, estatales y municipales que no unifican criterios por simples caprichos políticos.
Sin duda serán unos mezquinos, lo cuál es muy probable, cualquier candidato, gobernador, alcalde, diputado, senador o el mismo presidente, que quieran lucrar políticamente con esta grave situación. No faltará desde el que le urge que se desborden los muertos hasta el que, con tintes mesiánicos, afirme que salvó vidas con sus acciones.
De lo contrario, cómo explicamos la existencia de un semáforo epidemiológico que la federación sigue, pero que las entidades asumen criterios propios; desde luego hay gobernadores que cometieron diversos errores en sus respectivas reaperturas de actividades económicas y que López Gatell señala como inoportunos.
Tampoco vemos voluntad política de nadie de ahondar en el estado de las finanzas públicas y destinar recursos extras, o de emergencia, para aminorar por lo menos los efectos económicos del confinamiento.
Las cifras no son nada prometedoras, con previsiones de cerca de 1.37 millones de empleos perdidos, según estimaciones de BBVA México, con ello se pierde la inversión, así como el desarrollo socioeconómico del país. Aún así, es más importante para algunos ganarle a los conservadores o a López, así que la suerte está echada.
Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24
Imagen: Alexey Hulsov / pixabay.com