Replanteando la democracia en los tiempos del COVID-19

agosto 21, 2020 Desactivado Por La Opinión de

La democracia es una forma de gobierno que nace eminentemente de la tradición liberal de la burguesía, que desde finales del siglo XVIII logró hacer atractiva la idea de la soberanía popular mediante el voto. Funcionó muy bien, al grado que posteriormente se convirtió en lo que hoy conocemos como democracia representativa.

Sin embargo, para la mayor parte de los sistemas o regímenes políticos contemporáneos es algo complicado volver al esquema directo o puro democrático, propio del que existía en la antigua Grecia. Lo que sí es más factible es revalorar la pertinencia de la democracia deliberativa, la cuál involucra más a los ciudadanos en la toma de decisiones.

Aunque debido a los procesos comunicativos, como la infodemia, en otras palabras la saturación de información falsa, verdades parciales o a medias que abunda tanto en los medios de comunicación tradicionales como en las redes sociales, hoy la ciudadanía carece de criterios fuertes como para sopesar una decisión racionalmente; si bien es hasta es complicado con la cuestión electoral ni imaginarnos que podría pasar al validar una reelección, revocación de mandato, plebiscito, consulta popular, etc.

Esta pandemia nos ha obligado a replantearnos muchas cuestiones sociales, económicas, culturales y desde luego políticas. El denominado “gran confinamiento”, ha sumergido a países de centro como semiperiferia en términos de Immanuel Wallerstein, en una crisis económica; tal vez no sea el fin del capitalismo en su máxima expresión cómo anhelan o avizoran, pero sí hace que las prioridades en cuanto al gasto e inversión de los individuos cambie notablemente.

Ahora, dependiendo de diversos contextos, es buen momento para plantearnos nuestras democracias contemporáneas, con sus variaciones con respecto al autoritarismo, unitarismo, populismo, principalmente. Y cómo en cualquiera de estas variantes se ha podido hacer frente a la crisis sanitaria que vive el mundo actualmente.

Recordemos que una de las funciones fundamentales del Estado es el bien común o bienestar general del pueblo, indistintamente de la forma de gobierno que se adopte. Léase que en países como Rusia es una gran oportunidad el anuncio de su vacuna, no es ninguna casualidad, más en un mundo que vive otra Guerra Fría a otra escala, en la que ya no son importantes las naciones sino las corporaciones y su desenvolvimiento en el escenario económico, por ello los gobiernos deben replantearse su papel para con la sociedad en estos complicados tiempos.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24