El verdadero tumor a extirpar en 2021

El verdadero tumor a extirpar en 2021

marzo 5, 2021 Desactivado Por La Opinión de

La noción sobre democracia que tenemos en la actualidad, en nuestro país, no es otra cosa que producto de acontecimientos históricos tanto propios como ajenos y una construcción social, justo en un contexto en el que se nos repite desde el modelo educativo, la importancia de los valores cívicos democráticos y la defensa de las ideas que tenemos sobre estos conceptos.

Dichos acontecimientos históricos, en la mayor parte, fueron tergiversados en aras del nacionalismo revolucionario, bajo esa visión básica o simple de la historia como la que tiene nuestro presidente.

Y a propósito de un aniversario más de la fundación del PNR, antecesor del actual PRI, el 4 de marzo de 1929, una fecha en la que se considera fundacional para nuestro actual sistema político.

Cabe señalar que el PNR, posteriormente PRI, surge bajo la idea de institucionalizar la causa revolucionaria y el poder político, considerado oligárquico por algunos, de Plutarco Elías Calles. Sin demeritar, claro, su visión de unificar a los sectores revolucionarios, lo que vino desde ese año hasta el 2000 fue una serie de luchas y momentos en que el sistema tuvo que renovarse o reestructurarse ante visos de autoritarismo, junto con el mismo presidencialismo mexicano; aquí no vamos a caer en el argumento falaz cuasielectorero de que todos esos años de gobiernos del Revolucionario Institucional son el tumor o el cáncer de México, simplemente revisamos los hechos, punto.

No obstante, en esos años se tuvieron aspectos sumamente positivos como negativos, pero a ese mismo sistema le deben su existencia otros partidos políticos, en especial tras la reforma política de 1977. Basta revisar la trayectoria política-profesional del presidente López Obrador y me parece que seríamos muy ingenuos en pensar que es un externo en el sistema que vino a revolucionarlo o transformarlo en sus propios términos.

Si eso fuera cierto, tendríamos un actor político fuera de lo convencional, algo así como si alguna celebridad de esas que hoy optan por incursionar en la política ganara la elección presidencial, cuando contrastando esto con la realidad tenemos un presidente producto de la izquierda mexicana de la década de 1970, que desfiló por el PRI y PRD, hasta Morena. Así que algo muy novedoso no lo es, su victoria electoral eso sí, la debe al hartazgo de los gobiernos anteriores, que como oposición están en una crisis de credibilidad.

Más bien el tumor a extirpar, por parte de la ciudadanía, son toda la clase política oportunista y esto incluye a todos por igual, o bien seguir prefiriendo al “menor de los males”.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24


Imagen: commons.wikimedia.org

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