La política de Star Wars: entre realidad y ficción (parte II)

junio 18, 2021 Desactivado Por La Opinión de

Siguiendo con esta segunda parte de los paralelismos político-históricos de la saga legendaria de Star Wars, habíamos comentado sobre cómo el Imperio Galáctico logro imponer un orden tras años de una República que se tambaleaba en el divisionismo, la corrupción y la inestabilidad política y social imperantes; para eso la Galaxia tuvo que enfrentar la cruenta Guerra de los Clones, para finalmente en unos años verse envuelta en la Guerra Civil Galáctica ante el incipiente nacimiento de la rebelión.

La Alianza Rebelde surge como una serie de células insurgentes dispuestas a restaurar la Antigua República, sin embargo, a veces no con los mejores métodos, ya que también llegaron a extremos por alcanzar sus objetivos. Mientras que, en el otrora malvado Imperio Galáctico, mismo caso, ha sido interesante ver ahora cómo en otras adaptaciones de series, cómics, videojuegos y películas estos dos bandos ya no son algo blanco y negro, sino que son una escala de grises.

Algunos fanáticos igual pudieran pensar que Disney, quién tiene parte del control creativo de la franquicia, pudiera pecar de dar mayor inclusión a las filas de la rebelión o el Imperio; tenemos, además de seres de otros mundos, humanos de diversas etnias, aunque no es nada descabellado. Incluso debemos estar orgullosos como latinoamericanos que Diego Luna, nuestro compatriota, o Pedro Pascal sean personajes muy bien acogidos por el público en América Latina y el mundo, en Rogue One, próximamente Andor y The Mandalorian respectivamente.

Volviendo a la parte política quiero destacar un paralelismo de las nuevas historias galácticas con la vida real, uno de ellos es el progresismo político-social en el que mucha gente ha vertido comentarios de odio o apoyo ante la mayor inclusión, asunto que ya hemos visto.

El otro punto es el del anhelo inconsciente del ser humano de tener orden por encima de sus libertades, algo muy en boga actualmente, pues vemos que, a pesar de las bondades de la democracia, ésta también tiene unas perversidades terribles y que cada vez la gente crea, aunque sea sin manifestarlo, abiertamente en que debemos asumir un régimen político en el que tengamos un gobierno fuerte o un líder investido de un inmenso poder que anhelamos como justo o bueno.

Algo similar se ha planteado en la polémica trilogía de secuelas y la gustada serie televisiva The Mandalorian, en que vemos esta galaxia sumida en una anarquía, caos, sin ley, tras la caída del Imperio Galáctico, lo que daría origen a la Primera Orden, La Resistencia, es decir una versión 2.0 marca Disney del conflicto original, pero ello no deja de resultar interesante a pesar de no ser una crítica social tan profunda.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24