De la muerte de las ideologías a los dogmas de fe políticos

De la muerte de las ideologías a los dogmas de fe políticos

junio 25, 2021 Desactivado Por La Opinión de

En esta ocasión, el análisis vertido en este espacio no versará sobre puntos como el discurso de odio, la polarización de lo que ya hemos hablado, aunque va implícito. Por ahí llegué a escribir hace tiempo un artículo en este espacio dónde comparaba a Morena con un culto a la Jim Jones o Charles Manson, en la que un individuo sumamente carismático convence a seres humanos de suicidarse colectivamente hasta asesinar, sin que ellos necesariamente se ensucien las manos.

Por tanto, quisiera partir del comportamiento sectario en el ámbito político actualmente imperante, tanto antes como después de estas pasadas elecciones intermedias del 2021. De inicio partiremos con la definición que nos da la Enciclopedia del Marxismo la cuál se puede consultar digitalmente.

La definición de sectario político es la siguiente: “El sectario enfatiza la verdad absoluta de su principio sobre cualquier otro, encuentra en cada pequeño desacuerdo la semilla de una diferencia fundamental, ve en su rival más cercano a su enemigo más odiado, coloca la pureza del dogma sobre la ventaja táctica, rechaza el compromiso o modificar sus metas y está orgulloso de estar contra la corriente. Dicho sencillamente, el sectarismo es la quiebra de la solidaridad”.

Y es que, en estos tiempos tan polarizados, que no es nada nuevo simplemente el discurso político, la apertura en libertades, redes sociales, se ha asumido en ambas partes; la 4T, junto a su oposición que la gobernabilidad, el ejercicio democrático, de gestión pública, son ahora dogmas de fe incuestionables por no decir que también se asumen como verdades absolutas.

Lo anterior es bastante lamentable pues los ciudadanos, incluyéndome, hemos caído en esa inercia pareciendo que se ha dejado de lado todo sentido común y racionalidad. Es cierto que la posmodernidad ha matado el concepto de ideologías, a pesar de que en nuestro país los partidos o fuerzas políticas todavía hablan de ellas en contraposición a que impera el pragmatismo político.

Curiosamente es el ciudadano común, a veces con desconocimiento del tema político, que asume que aún hay ideologías, que no siempre vota racionalmente sigue enganchado en la vorágine de insultos, polarización, denostación del presidente contra todo aquel que piense distinto a él, sino es con las clases medias lo fue con el INE, la oposición política, los medios y sociedad civil.

Es vital que nos concienticemos como mexicanos que para una convivencia armónica debe imperar el respeto a las ideas o expresiones, por encima de la tolerancia a las mismas.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24


Imagen: Tumisu / pixabay.com

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