¿Hacia el narcoestado mexicano?

junio 10, 2022 Desactivado Por La Opinión de

Si bien el concepto narcoestado en sí es complejo, quizá usado con cierta irresponsabilidad, es importante ir acotando algunas ideas, críticas, que cada vez hacen más latente dicha posibilidad.

Aunque es innegable que el problema es el elefante en la habitación para este gobierno, ahí está y nadie quiere hablar de ello; y si se hace es de una manera cínica, desfachatada, en la que ninguno de sus predecesores lo había expresado al menos públicamente.

A pesar de las acusaciones, tampoco pareciera haber una acción o política de Estado al respecto del asunto, más allá de abrazos y no balazos. Es por muchos sabido como se ha especulado la complicidad de esferas del gobierno con los narcotraficantes, en especial desde los años 1980, si en alguna ocasión eran arrestados, encarcelados, aunque duela admitirlo, ha sido por presión de los Estados Unidos.

No preocupaba a la opinión pública, a pesar de lo dicho por agentes de la DEA y la Policía Estatal de Guadalajara, que Manuel Bartlett, hoy aliado indispensable de AMLO, fue el enlace gubernamental con ciertos grupos criminales; tampoco que el general Gutiérrez Rebollo haya trabajado para un bando; mucho menos la evidente traición del gobierno para Félix Gallardo; mucho menor aún los nexos de García Luna con ciertos cárteles. Era cosa menor, pues cuidaban las formas, para no verse afectados en el discurso político, popularidad, etc.

Ni siquiera había necesidad de amagar con acusarlos con sus mamás; ningún presidente se refirió a ellos como “buenas personas, honestas y trabajadoras”, mismas a las que exige el respeto de sus gobernados.

Para muchos ha sido gran tema de consternación que no haya denuncias formales, no porque sean rumores, sino por el mismo miedo imperante, respecto a la participación de estos cárteles en la movilización o coerción para favorecer el voto a Morena en 2021 y 2022.

Quizá piense que probablemente es una de esas ya gastadas leyendas urbanas sobre el bajo mundo criminal en México, así como su relación con el poder; pero el hecho de insistir, sin miramientos, en respetar a los delincuentes, aquellas sospechosas, acciones, para con la familia del Sr. Guzmán Loera, así como su visita al triángulo dorado, hacen pensar demasiado en complicidades.

Aunque reconocemos en este espacio que la antigua estrategia de Felipe Calderón no fue la mejor ni cambio nada, pareciera ahora que operan con total impunidad en diversos puntos del país, encaminándonos al temido “narcoestado”.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24