¡Sí al rompimiento de coaliciones!

¡Sí al rompimiento de coaliciones!

septiembre 7, 2022 Desactivado Por La Opinión de

No queda duda que la llegada al poder del presidente López Obrador ha representado un antes y un después de la nueva forma de hacer política y el paso del gobierno de la 4T ha traído como consecuencia el reacomodo del sistema de partidos, pues está claro que los partidos políticos que no logren estar a la altura y ajustarse a las agendas y exigencias de la ciudadanía, desaparecerán.

La búsqueda del poder, en la adelantada carrera de la sucesión presidencial, trae como consecuencia natural la ruptura, todavía en secreto, pero bien sabida a grandes voces, de los grupos de Morena que giran en torno al presidente y a su proyecto. Sin embrago, por el otro lado, la oposición de igual modo está a punto de romperse, tanto en lo legislativo como en lo electoral. Ambas se venían venir y sin lugar a dudas traerán más beneficios para el ciudadano.

La posible ruptura de Morena, en cuanto a sus rebeldes no disciplinados, puede traer consigo varias situaciones a considerar: la primera, del fortalecimiento de la oposición o de alguno de sus partidos en especial. La segunda, del surgimiento de una candidatura independiente. La tercera, podría ser la del surgimiento de un nuevo movimiento que busque consolidarse como un nuevo partido en un futuro, ya sea afín o no al lopezobradorismo, o alguna otra corriente de la izquierda o bien de la izquierda moderada (centro izquierda), así como también, por qué no, la de una sorpresiva derecha alternativa.

Ante una eventual ruptura de Morena, automáticamente deja a este partido en una situación menos privilegiada y coloca al partido del presidente en un mano a mano con la oposición, pero ¿y qué pasaría si también la oposición se divide?, para ello es necesario realizar un análisis pormenorizado de cada partido que integra la Alianza Va por México.

El PAN es el que tiene por obligación, al ser la segunda fuerza política en el país, encabezar los caminos hacia el diálogo y la búsqueda de nuevos aliados políticos, así como mantenerse sin la preocupación de su futuro en caso de no encontrarlos, ya que ha sabido establecer propuestas claras e innovadoras, lográndose consolidar con el pasar de los años en varias entidades federativas importantes. Debiéndose aún mantenerse como una oposición inteligente y buscar ofrecerse como una segunda opción de cambio en las entidades con menor presencia, pero le ha faltado establecerse una narrativa interesante que termine por convencer al ciudadano, es decir, debe regresar a sus orígenes humanistas.

El PRI, por su parte, cuenta con la estructura y las bases históricas de una militancia leal, para lograr sobrevivir al voto de las estructuras gubernamentales, así como ante las nuevas preferencias. Esto a pesar de los embates que trae consigo recordar sus siglas y el repaso de la historia mexicana reciente, al no renovar su imagen y su discurso, aun con los esfuerzos de sus dirigencias que han pasado en los últimos años.

En lo que respecta al PRD, éste ha quedado desplazado de la preferencia electoral con el surgimiento de Morena y de Movimiento Ciudadano y varios especialistas advierten que si no hay un cambio radical y una narrativa acompañada de líderes que inspiren al ciudadano, su futuro es incierto. En resumen, es el partido más débil de la coalición Va por México, que depende directamente de sus aliados y de sus decisiones.

Finalmente puntualizamos que valdría la pena soñar con fuerzas políticas propias, que luchen por sí mismas, para dar por terminada la era de las grandes coaliciones que han terminado por opacar el brillo de las propuestas partidarias y de las ideologías de éstos, entablándose en coaliciones sin sentido, trayendo consigo el constante alejamiento del ciudadano e incluso del propio militante en la vida política.

Alejandro Villafuerte
Twitter: @VillafuerteAle_

Imagen: Internet

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