Soberbia y odio: los nuevos valores nacionales

septiembre 9, 2022 Desactivado Por La Opinión de

Octavio Paz, en El Laberinto de la Soledad, nos dio aquella gran reflexión sobre porque los mexicanos somos cómo somos; el capítulo Los hijos de la Malinche es una radiografía perfecta de ¿quién es la chingada?, que es la madre violada según el pensador mexicano, así como todos los usos, connotaciones, del verbo, así como el significado amplio de este mexicanismo.

Si esto lo aplicamos, como muchos otros más lo han hecho a nuestro devenir histórico, observaremos que la gran constante de la historia patria es justo mexicanos chingándose unos a otros, al menos durante cerca de dos siglos.

Tal es la importancia de la mentada chingada, en nuestro lenguaje, que a los políticos los mandamos allá, la misma señora niega que toda la clase política mexicana sean sus hijos, incluso el presidente tiene un rancho con ese nombre, al cual ha afirmado varias veces que se irá apenas termine su mandato en el ya no tan lejano 2024.

Ahora bien, como mexicanos somos un gran pueblo que ha resistido penurias en lo económico, social y político, debido a esas cualidades de saber reírnos de la desgracia propia como la ajena. No obstante, cada día estamos más cerca, aunque parezca algo de siempre o al menos cada seis años, de que efectivamente la distinguida señora nos lleve a ese lugar por todos conocido.

Desde que tengo uso de razón, sé que no vivimos en un país perfecto, siempre vivimos con la zozobra de que la economía no es estable, nuestra política cada día se degrada más, pero lo verdaderamente inédito es el incremento del odio entre connacionales. Alentado sí en parte por el clasismo, racismo sistemático, las desigualdades socioeconómicas, no sólo desde 2018 sino mucho más atrás.

En casi 4 años de que la autodenominada 4T llegó, no veo un cambio visible en la disminución de la pobreza, desigualdad, mucho menos la violencia, ni hablar de la misma corrupción, a pesar de ser consciente de que al presidente lo ha rebasado la realidad y que difícilmente en su sexenio podría revertir tantos problemas.

Pero reconocer errores es muy difícil para muchos, a pesar de que el proyecto político morenista ya empieza a perder aún más su credibilidad, tan sólo veamos los dichos o hechos de Porfirio Muñoz Ledo, Ricardo Monreal, entre otros más que se podrían añadir. Hay otros más que la fe ciega, lealtad incuestionable, les hace perder la noción de la realidad e inventar argumentos para “chingarse” a sus adversarios.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24