La política de Juego de Tronos

octubre 14, 2022 Desactivado Por La Opinión de

En este otoño la fantasía medieval, como género, ha despuntado gracias al streaming, pues tenemos por un lado la serie de El Señor de los Anillos, en Prime Video, mientras que HBO ha puesto el universo de George R. R. Martin de sus libros Canción de Hielo y Fuego, Danza de Dragones, de regreso a la viralidad; y la fascinación que algunos sentimos por ese universo de ficción en el que sabemos de los elementos fantasiosos pero a la vez hacen eco de situaciones sobre la naturaleza humana así como la historia.

En 2011 fue la popular serie Game of Thrones (Juego de Tronos), ahora en 2022 tenemos House of the Dragon (La Casa del Dragón) que sirve de precuela al producto original, pero igualmente basado en los libros del autor, quien claramente inspiró su obra en la del gran J. R. R. Tolkien, con la diferencia que en sus personajes no hay claroscuros ni buenos o malos, a diferencia de los personajes salidos de la mente del creador de la Tierra Media.

Es así como en Westeros (Poniente) tenemos una lucha de poder por el ansiado Trono de Hierro, con casas de nobles disputándose el mismo, desde los Targaryen que ahora ocupan la atención en la serie estrenada este año, hasta los Stark, Baratheon, Lannister, de quienes conocemos sus intrigas, guerras, asesinatos, matrimonios arreglados, en la serie original de la que deriva el producto en cuestión.

Ahora, con el final de la serie original, envuelto en polémica por la falta de desarrollo en la trama a diferencia de sus inicios, así como la falta de material en el cual basarse, ya que el autor no ha llegado a ese punto de la historia en su versión literaria, las expectativas eran medias en este drama fantástico medieval.

Mismas que han sido superadas con creces, pero qué la hace tan llamativa para muchos en estos tiempos independientemente de que es un producto que dado su mundo ficticio es y está presente en convenciones, eventos ligados a la cultura pop. Me parece que a pesar de que no vivimos en un mundo feudal con elementos de magia, dragones, fascina por su fiel retrato de la naturaleza humana, misma que a pesar de ciertos elementos narrativos-ficticios hace eco del poder político, así como de algunas actitudes, personajes, inspirados en la historia medieval, pero sobre todo moderna.

Tenemos personajes que nos recuerdan, en ambos productos, a una Isabel I de Inglaterra, Margarita de Valois, Nicolás Maquiavelo, Tomás Moro, Richelieu, Francis Walsingham o hasta el mismísimo John Dee. Nos recuerda, a su vez, como el mismo poder, su preservación, corrompe la naturaleza humana, dejando los límites éticos a un lado o bien el querer ser un gobernante justo e ingenuo, fiel a principios, puede costarte la vida.

Eso hace fascinante al Juego de Tronos y su expansión televisiva-literaria.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24