La mentira de la democratización del INE

La mentira de la democratización del INE

noviembre 11, 2022 Desactivado Por La Opinión de

¿De verdad hay gente tan ingenua en este país que cree que las buenas intenciones de la Reforma Política-Electoral van encaminadas a “democratizar” el órgano electoral? Incluyendo a los que manejan una postura oficialista hacia las propuestas de Morena.

Si bien no todo es una mala idea, me parece que insisten demasiado con la narrativa, porque es sólo eso, de la elección popular para consejerías y magistraturas de órganos electorales es un afán de hacer más plural o democrática a la autoridad electoral hasta en un afán de congruencia.

Y si sería muy bueno eso, pero sólo se está discutiendo de forma, mientras que Morena insiste en el punto en particular creo no se ha dado una discusión de fondo en el que se insista en cuáles serán los mecanismos constitucionales y legales previstos para ello. Ni siquiera la oposición se atreve a dar una justificación más sensata, más allá de la otra narrativa de que el presidente López Obrador va a destruir al INE.

De verdad se torna preocupante que no se debata más a profundidad este punto, independientemente de la postura ideológica de cada una de las partes, ya que es justo el punto que le podría dar una mayor certeza e imparcialidad a quien va a estar organizando las elecciones. Si bien se habla de la encuesta que no fue dada a conocer oficialmente por decisión del presidente del instituto, Lorenzo Córdova, misma que demuestra que en efecto la gente quiere elegir a los funcionarios de órganos electorales.

Quien esto escribe también quisiera eso, pero en un marco en el que se garantice la imparcialidad y la legalidad. No en un ambiente de incertidumbre en el que nuestras leyes siempre son buenos recursos literarios, se terminan rompiendo por el poder, la autoridad misma. Lo que están creando es otro más de esos ejercicios de imaginación en el diseño de las instituciones, en las que las crean para hacer un bien de forma, pero en el fondo son usadas para corromperlas.

La cuestión es ¿habría que darles un voto de confianza?, la respuesta sencilla es no y a pruebas me remito. Si todos los partidos políticos fueran garantes del respeto a la ley, las instituciones electorales, así como de otro tipo. Probablemente como ciudadano confiaría plenamente, sin embargo, como nuevamente señalo esas intenciones son enmarcadas en un ámbito de exceso de idealismo, demagogia, narrativas no convincentes en ambos lados; morenistas y oposición por igual.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24

Imagen: Internet

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