AMLO vs. los medios (otra vez)
abril 14, 2023Apenas hace días vimos la declaración del presidente sobre “tener siempre a raya a los medios de comunicación”, y preocupa en un contexto en el que internacionalmente se ha señalado en indicadores el acoso a la prensa por parte del poder.
Sin mencionar los asesinatos a periodistas desde sexenios pasados. Por ello la libertad de prensa es uno de los pilares fundamentales de cualquier sociedad democrática. Permite a los ciudadanos estar informados de los asuntos públicos, y permite que se puedan tomar decisiones informadas. Por tanto, no es exagerado decir que una prensa libre y robusta es vital para el correcto funcionamiento de cualquier democracia.
Desafortunadamente, en México, la prensa ha sido objeto de acoso y persecución por parte del gobierno y otros actores poderosos en múltiples ocasiones. Este acoso ha tomado muchas formas, desde el asesinato de periodistas hasta la difamación y las amenazas. Cualquiera que sea la forma que tome, este acoso es inaceptable y debería ser condenado por todos los ciudadanos.
Los gobiernos en particular deben ser los defensores más fervientes de la libertad de prensa. Deben garantizar que los periodistas puedan trabajar en un entorno seguro y sin temor a represalias. Desafortunadamente, esto no siempre ha sido el caso en México, y muchos periodistas han sido víctimas de la violencia y la intimidación.
En un país como México, donde la corrupción y la impunidad son rampantes, la prensa es esencial para exponer estos males y obligar a los funcionarios públicos a rendir cuentas. Sin embargo, cuando los periodistas son acosados y amenazados, es menos probable que se sientan cómodos para investigar y exponer estas cuestiones delicadas. Esto es una pérdida para toda la sociedad, ya que significa que los ciudadanos no tienen acceso a la información que necesitan para tomar decisiones informadas.
Además, el acoso a la prensa puede tener un efecto intimidatorio en otros periodistas, lo que hace que sea menos probable que denuncien la corrupción y otros abusos de poder. En este sentido, el acoso a la prensa no sólo afecta a los periodistas individuales, sino que también puede tener un efecto escalofriante en toda la sociedad.
En conclusión, ningún gobierno en México debería acosar a la prensa. La libertad de prensa es un derecho humano fundamental que debe ser respetado por todos los gobiernos democráticos. La prensa libre y sin temor es vital para el correcto funcionamiento de cualquier sociedad democrática, y los gobiernos tienen la responsabilidad de garantizar que los periodistas puedan trabajar en un entorno seguro y sin temor a represalias.
Así como los medios en una sociedad plenamente democrática son los que deberían tener a raya al poder político…
Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24
Imagen: Internet
