Gobernar no es sencillo
octubre 31, 2018Un gobernante debe saber asumir decisiones, tomando en consideración las consecuencias positivas o negativas y en función de los objetivos que pretenden alcanzar. La democracia plantea la igualdad de todos los hombres, concepto muy hermosamente planteado en la Revolución Francesa, en la proclama que es su bandera y descrita en el trascendente documento La declaración de los derechos fundamentales del hombre.
Dicho documento se describe en un contexto histórico de monarquías absolutas, cuyas características eran precisamente la institucionalización de las desigualdades: por un lado, el sistema de privilegios de las castas, la militar, la eclesiástica y la nobleza, mezcladas y asociadas por simonías, parentesco y lo más deplorable por intereses económicos y de complicidad, solapados e impunes gracias a sus tribunales especiales; y, por otro lado, la gran masa oprimida, ignorante y miserable.
Pretender materializar el concepto de la soberanía popular suena muy bonito: primero en la conformación de los órganos de gobierno con auténticos representantes populares y en comunicación permanente con sus representados y, segundo, aquí está el meollo del asunto, cual es la forma más conveniente de tomar decisiones; darle el mismo valor a todas las opiniones: muy peligroso, incluso para los que sin ningún conocimiento opinan sin poder visualizar las consecuencias de sus puntos de vista, que, sin proponerse serán las victimas de sus propias decisiones. Hay un principio básico en el diseño de cualquier estrategia, ya sea administrativa, de gobierno o de guerra: “identifica quien o quienes son los más aptos y encárgaselo a ellos”.
La famosa consulta sobre el aeropuerto, que a juicio de muchos suena a farsa, por los muchos indicios de que fue manipulada. No sorprende: la oposición de Andrés Manuel López Obrador al aeropuerto de Texcoco, ya que fue uno de los ejes principales de su discurso de campaña y no se podía dar el lujo de desvirtuar uno más de sus cuestionamientos.
Todavía la historia no concluye, espero que no salgan con una jugarreta más. López Obrador fue el gran triunfador en la pasada elección; gano por que tuvo credibilidad, que es el principal atributo que lo llevó al triunfo. Un gran político, muy respetado, siempre recomendaba no mentir, no fingir y no simular, y agregaba si lo hacen será como construir un castillo de naipes, con uno que les descubran se les desmoronará todo.
Creo que, por todas las irregularidades detectadas el Presidente electo, ha entrado en una zona de riesgo y, la mayoría de las veces, la confianza se da una sola vez.