Mejor calidad que cantidad
mayo 7, 2019Con la situación política que vivimos en el país y con una forma de gobernar autoritaria, disfrazada de democracia, nos preguntamos ¿existe realmente una oposición efectiva? La mal llamada “chiquibancada” del Grupo Parlamentario tricolor en el Senado es el ejemplo vivo de que “calidad importa más que cantidad”.
Son pocos los senadores de otros partidos que cuentan con la preparación que tienen Mario Zamora, Claudia Anaya o Manuel Añorve, el carisma, la entrega y pasión por servir de Sylvana Beltrones, la capacidad operativa de Nuvia Mayorga, la experiencia de Beatriz Paredes, la inteligencia de Vanessa Rubio, la astucia de Claudia Ruiz Massieu, la popularidad de Jorge Carlos Ramírez y la visión de Eruviel Ávila; todos, bajo el liderazgo y capacidad del hidalguense Miguel Osorio.
Hablar de una oposición en la cuarta transformación es difícil y más cuando el Presidente tiene el síntoma del rey sol Luis XIV y su famosa frase “el estado soy yo”. Cuando tienes a dos de los poderes bajo tu control y a punto de devorarte al tercero, que es el Poder Judicial, la única manera de poder ser una oposición es negociando y para eso la bancada del PRI en el senado “se pinta sola”.
Las reformas que manda el Ejecutivo se están aprobando, es un hecho, pero no son “trajes a la medida”, como lo manda AMLO; las leyes se aprueban pero con modificaciones, que logra la oposición por medio de diálogos, acuerdos y negociaciones que beneficien a México.
Últimamente se ha visto en el recinto del Senado una mancuerna que ilusiona y que promete una oposición firme y sólida, estos dos personajes son los líderes de las bancadas del tricolor y de Acción Nacional, Miguel Osorio y Mauricio Kuri, esperemos una maniobra fructífera de esa relación. En fin, soy de los que prefiere ser representado por 14 leones, que por 59 burros.
