(¿) La paz como elemento central en el PND 2019-2024 (?)
mayo 9, 2019Todos podríamos llegar a un consenso respecto de la importancia que tiene la paz para el bienestar y el desarrollo pleno de las sociedades. El término de paz resulta, en ocasiones, difícil de definir. Generalmente caemos en la concepción básica y pobre de que la paz es la ausencia de la guerra, sin embargo, su aproximación no es tan sencilla como pareciera.
Si bien hay distintas concepciones de la paz –como lo es la paz imperfecta, de Francisco A. Muñoz; la paz neutral, definida por Francisco Jiménez; el concepto metafórico de las hebras de la paz, de Juan Gutierrez, y la telaraña de la paz, de Pau Lederach–, en términos generales podríamos hacer una doble concepción del término; por un lado entender la paz en su sentido negativo, y por el otro entenderla en su sentido positivo.
La paz en su sentido negativo hace referencia a pensarla primera y primariamente en oposición a la guerra y la violencia, lo que implicaría encasillar a la paz considerándola únicamente desde esta perspectiva dicotómica, es decir, la paz siempre frente a la guerra[1].
Por su parte, la noción positiva de paz busca ser vista como una noción constructiva, que ayude a confrontar el conflicto de una manera no violenta. Lo que significa que es propositiva y no se conforma únicamente con la ausencia de la guerra, sino que busca soluciones para contrarrestarla.
En ese sentido, resulta interesante ver el planteamiento que al respecto hace el Plan Nacional de Desarrollo (PND) presentado, el martes 30 de abril del año en curso, por el Presidente de la República, y analizar cuáles son las líneas de acción que propone el Gobierno Federal para fomentar la paz.
En un primer término, y casi durante todo el texto del PND, se concibe a la paz desde su perspectiva negativa, y en ese sentido es que plantea ejes en donde involucra, casi necesariamente al tema de paz con el de seguridad pública o la Guardia Nacional. Haciendo referencia a implementar la paz en el territorio nacional, mediante la lucha a la delincuencia organizada, la implementación de la Guardia Nacional o la modificación del combate contra las drogas.
Es hasta el apartado 2. Política Social en su último punto denominado Cultura para la paz, para el bienestar y para todos, que pareciera vislumbrarse un eje de política pública que busca hacer frente al conflicto por medios no violentos; y en ese sentido una primera concepción –aparentemente– de la paz en su sentido positivo. Sin embargo, una vez que nos adentramos en el texto podemos percatarnos de que no se propone nada relevante concerniente a la paz. Únicamente se plantea –o se sigue planteando– un manifiesto ideológico populista en donde se siguen abanderando ideas sin fondo.
No discuto la prioridad que debe de dársele a los grupos menos favorecidos, sin embargo sí me gustaría ver un posicionamiento claro en donde se planteen estrategias claras para combatir la inseguridad y el conflicto bajo una perspectiva de paz positiva. Pareciera que no nos hemos dado cuenta que el conflicto generalmente genera más conflicto, y que si queremos vivir en un país que no esté en “guerra”, debemos de realizar acciones propositivas y no violentas.
[1] Cepeda Mayorga, I. (2018). “La Dignidad como un elemento clave en la reflexión sobre el concepto de paz”, en: García-G., D. E. (ed.) Hacia un amable vivir. Claves para la filosofía de la paz. México: Porrúa. Página 67.