Odebrecht y la improvisación del Gobierno Federal
junio 7, 2019El circo: en su muy larga campaña (tres en realidad), el López Obrador candidato dio constantes bandazos ideológicos, todos para tratar de impresionar a su muy heterogéneo electorado: pasó de mandar al diablo a las instituciones, a amenazar con cárcel a los corruptos, a –en esta última en la que resultó vencedor– hablar de reconciliación, de no hacer cacerías de brujas, y como había recordado en la publicación anterior, ofrecer no encarcelar “ni a ti”, refiriéndose a Ricardo Anaya, su rival en la contienda por la Presidencia.
La maroma: para no volver a hacer referencia a la maroma presidencial, ahora me referiré a las de sus huestes: todo está bien, si el Presidente decide no perseguir penalmente a nadie, bien. Si decide hacerlo con algunos, bien, y si estuviera decidido a hacerlo con todos, también estaría bien. Los seguidores del tabasqueño son capaces de tratar de justificar cualquier cosa y pese a que lo último en lo que nos quedamos fue que habría paz, amor y reconciliación, en vez de confrontación, le aplaudieron sin cesar el que su amigo (del Presidente, desde luego) y hoy titular de la UIF, persiguiera a Emilio Lozoya.
La política: más que de política, en principio hablemos de Derecho. Al exdirector de Pemex se le acusó de peculado, luego de enriquecimiento ilícito, luego y ya interviniendo en ello, su hoy más declarado enemigo, Santiago Nieto, de financiar ilícitamente la campaña de Enrique Peña Nieto, mediante dinero triangulado de la multinacional Odebrecht, que luego se hizo pasar por Petróleos Mexicanos. El extitular de la Fepade tuvo aún la mala cabeza de violar la reserva en la investigación e incluso de afirmar ante la prensa la culpabilidad de Lozoya.
Ninguna de las investigaciones llegó a buen puerto. El Poder Judicial acaba de otorgar la suspensión definitiva a Lozoya contra orden de aprehensión, por el cargo más reciente: cohecho y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
En todo esto destacan dos temas: 1) el Poder Judicial se mantiene independiente, libre de la injerencia del Ejecutivo (lo cual también se demuestra con el Amparo concedido para suspender la construcción del aeródromo de Santa Lucía), que en sí es una excelente noticia y 2) mientras Santiago Nieto esté en una posición de poder, Emilio Lozoya y su equipo cercano, cuando fue titular de Pemex, no pueden bajar la guardia.