India y el ejemplo del éxito
agosto 3, 2019Desde la llegada de Narendra Modi al poder como Primer Ministro de la India, el país asiático comenzó a tomar un nuevo rumbo tanto en lo político y lo social, como en lo económico. De manera paulatina, pero con gran rapidez, el país asiático adquirió un nuevo protagonismo regional, aprovechando las disputas de las grandes potencias, que las tienen ocupadas, fue conquistando el lugar que ellas dejaban vacías, ahora los pronósticos son alentadores. Además, se convirtió en un ejemplo de éxito para el resto de las democracias del mundo, pues logró compaginar su gran diversidad cultural y social, con un crecimiento económico.
Su crecimiento económico ha sido constante y sostenido, desde que Modi llegó a dirigir la democracia más grande del mundo; el país ha crecido alrededor del 8% anual, por lo que se estima que en menos de diez años llegará a convertirse en la tercera economía mundial. Ello, aunado al crecimiento de población que tendrá el país y que representará el aumento de la demanda de servicios y productos, por lo que la producción incrementará y con ello también el PIB del país.
Todo ello significa que la India logró combinar democracia con un crecimiento económico rápido, echando mano de su principal elemento: su pluralismo cultural. A pesar de tener un gran número de religiones: hinduismo, islam, cristianismo, budismo, religiosidad popular y tantas otras, ha logrado minimizar los problemas religiosos que dificulten un desarrollo continuo. Asimismo, la composición de la población india, que es diversa y plural, ha conseguido coexistir en un mismo territorio geográfico, debido a la flexibilidad del gobierno para hacer frente a sus problemas y demandas. Sin embargo, la pobreza y la marginación siguen existiendo en el país, pero a diferencia del resto de Asia y de las democracias occidentales, la India ha tenido la capacidad de modernizarse y enfrentar sus rezagos; es por ello que los parámetros de las democracias liberales no encajan con el país, de ahí sus pronósticos negativos, pero también fallidos.
Lo anterior le ha servido al país para poder mantenerse dentro del escenario internacional como protagonista, pues ha logrado contener y aislar a su principal rival regional, Pakistán. Además, es el país que lleva la batuta en los foros de discusión de la región, tanto en la Asociación Sudasiática para la Cooperación Regional (SAAEC por sus siglas en inglés), como de la Bimstec (Bangladés, Bután, Nepal y Sri Lanka). Es cierto que queda mucho por hacer, pero los pronósticos son favorables, mientras las potencias como Estados Unidos y China desarrollan su guerra comercial, Nueva Deli se convierte en el foco de atención y comienza a transformarse como la siguiente superpotencia.
