La corrupción en la 4T
octubre 1, 2019 Desactivado Por La Opinión deHace unos días, en una red social leí que un usuario decía que si el Presidente López Obrador le pedía la renuncia al cuestionadísimo titular de la CFE, Manuel Bartlett, podía seguir creyendo en su discurso anticorrupción. Yo tendría una lectura muy distinta. Si acaso se llegara a dar esa separación del cargo, no sería por un compromiso anticorrupción del gobierno, sería por la presión social. Los compromisos del gobierno deberían cumplirse sin que existiera presión social de por medio. Hoy, sin embargo, lo que vemos es que el gobierno solo actúa tras meses de presión, tal fue el caso de los medicamentos en el sector salud.
Hay que decirlo claro, el gobierno lopezobradorista no tiene intenciones de atacar la corrupción del país. El gobierno lopezobradorista está utilizando todos los canales al servicio del gobierno como propaganda, para polarizar más a la sociedad. Al igual que Donald Trump, sabe que solo puede ganar apoyos en la sociedad y en el electorado a través de la polarización; no podría ganar a políticos moderados. Lo que hace es llevar cada vez más al extremo conservador su posición ideológica.
Retomando su discurso de lucha contra la corrupción, la semana pasada se dieron a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2019, el dato más alarmante es que más del 93 por ciento de los delitos no son denunciados en el país. Las dos principales causas son la pérdida de tiempo y la desconfianza en las instituciones.
El gobierno federal debería, entonces, tener una estrategia para mejorar los procedimientos de denuncia ciudadana. Deberíamos adoptar herramientas tecnológicas que facilitaran la denuncia en casos de robo simple, sin violencia, o en el transporte público, es decir, aquellos delitos que se presentan con mayor frecuencia.
Pero los resultados de esta encuesta, al parecer, no son importantes para el gobierno federal puesto que no hubo ninguna autoridad de alto nivel que diera declaraciones sobre los pasos a seguir a partir de ese diagnóstico tan puntual de la situación de seguridad pública en el país. Atacar la corrupción sería promover la denuncia de delitos, que el gobierno se ganara la confianza de los ciudadanos y que ya no viera ese proceso como una pérdida de tiempo.
Pero no solamente se ve ahí que no hay compromisos por atacar la corrupción. Lo que vemos en el Canal 11 es indignante. El canal que promovía la ciencia y tecnología a través de programas como “A la cachi, cachi, porra” hoy critica a los científicos y denigra su trabajo. La corrupción no solo es obtener beneficios personales a cambio de favores gubernamentales, también es utilizar al aparato estatal para beneficio personal. Se están utilizando los medios del gobierno para satisfacer el ego del Presidente con programas que giren en torno a la 4T y sus propagandistas. No nos equivoquemos, la corrupción solo está cambiando de piel, pero se está metiendo mucho más profundamente en los recovecos del gobierno.