¿Cuál es el objetivo de las elecciones internas?
enero 28, 2020Este año, de nueva cuenta, observaremos elecciones en Estados Unidos, la pregunta ya no es respecto al efecto Trump y las posibles sorpresas de éste como candidato, sino sobre si existe algún demócrata que pueda sacarlo de la Casa Blanca.
Hace 4 años parecía inevitable que Hillary Clinton llegara a la Casa Blanca, aunque a posteriori muchos polilistos dijeran que se veía venir la victoria del magnate neoyorquino. La estrategia focalizada del candidato Republicano le arrebató la victoria a la ex primera dama, a pesar de ésta haber ganado el voto popular. El ejército republicano, y en específico el ejército de Trump, se habían focalizado en los swing states, es decir, en los estados en los que pueden ganar cualquiera de los dos partidos y que suelen definir la victoria; asimismo, dejaron de centrar su esfuerzo en las grandes ciudades y focalizaron éste en aquellas comunidades rurales que se sentían olvidadas, logrando con ello captar el voto de muchos insatisfechos con la política tradicional y con el que parecía el sistema político democrático más consolidado.
Sin embargo, Clinton también venía desgastada de la postulación interna del Partido Demócrata, un carismático liberal de avanzada edad había también dado una sorpresa y un susto, Bernie Sanders. Hoy, nuevamente, a 4 años de distancia, Bernie Sanders está haciendo un magnífico sprint que parecía no apto para su edad.
Dadas las circunstancias la pregunta es: ¿hasta qué punto favorecen y ayudan las elecciones internas? Es inviable negar que más allá del rol de otros cientos de factores, Clinton se vio afectada por la sorpresa del efecto Sanders hace 4 años. Independientemente del nominado o nominada demócrata, ¿no podrá nuevamente suceder lo mismo? Por el otro lado Trump viaja ligero de equipaje; a pesar de no ser y nunca haber sido santo de devoción de los republicanos más duros, éste no ha tenido que enfrentarse ferozmente a los mismos republicanos.
Creo que las elecciones internas deben ser por beneficio del mismo partido, altamente negociadas, habladas, pactadas, sin que ello signifique que sean antidemocráticas. En el mundo de las democracias contemporáneas existen muchos ejemplos de candidatos que ganan nominaciones, pero salen con grandes heridas y raspones. En México basta con recordar las consecuencias de los debates del PAN, que terminaron con la postulación de Josefina Vázquez Mota.
Las elecciones internas deben ser un procedimiento para fortalecer a los candidatos y no debilitarlos hacia las elecciones definitorias, pues de lo contrario entenderemos que Trump llegue nuevamente por la avenida Pensilvania, muy tranquilo, a la Casa Blanca.
Isidro O’Shea
Twitter: @isidroshea