COVID-19 y sismos del 17, seguimos sin entender
marzo 25, 2020Se sabe, por reportes de la Auditoría Superior de la Federación, que el dinero del Fideicomiso Fuerza México se transfirió a una cuenta privada y, por ello, no han podido rastrear quién se llevó el dinero de los damnificados.
El sismo sacó lo mejor de la sociedad y en especial de la juventud, las calles fueron tomadas por jóvenes organizados por los militares, para apoyar a los damnificados.
A más de 2 años del sismo, y ante la llegada del COVID-19, seguimos demostrando al mundo que estamos llenos de solidaridad, pero vacíos de previsión y organización.
En la Cámara de Diputados hay una ley, en especial de la diputada Nancy Reséndiz, que está detenida y que desea reforzar las acciones gubernamentales, de los tres niveles, y regular las donaciones cuando sucede un sismo.
Sabemos que hay un Consejo de Salubridad General que, hace 5 días, se declaró en sesión permanente y que el lunes pasado reconoció la epidemia del COVID-19 como una enfermedad grave y de atención prioritaria.
La Gobernadora, los Gobernadores y la Jefa de Gobierno tomaron cada uno decisiones distintas, según sus circunstancias; lo malo no es la decisión, pero el Gobierno Federal daba otras señales.
Mientras en un lado cerraban, el Presidente decía salgan; pareciera que el primer año del gobierno del Presidente se repite, donde se observó una descoordinación, propia del primer año, pero ahora todo fue más claro, no hay comunicación entre la Federación y los Gobiernos.
Cada quien atiende el problema del COVID-19 a su mejor entender; el problema no es reaccionar, el problema está en que nos mostramos desorganizados y, como en toda empresa, trabajar sin organización sale más caro.
No estamos para tirar el dinero y mucho menos después de que pase el COVID-19; por un lado, senadores pidiendo la cancelación de obras como Dos Bocas, sin pensar en el costo de cancelación de los contratos; yo pensaría más en un ajuste del presupuesto.
Por otro lado, un Gobernador diciendo que tendrá un hospital en un mes, como los chinos, no es porque no pueda, sino el cómo mantenerlo después; elefantes blancos hay en todo México.
Si me pone a pensar, qué pasaría si esta situación se sale de control; que realmente alcancemos cifras de infectados y de muertes como en otros países; será cierto que nuestro sistema de salud es una condena lenta si te infectas del COVID-19. No sé que pensar si de plano se para la economía mexicana, pocos días llevamos y ya hay videos de robos y pequeños saqueos; qué terminará más rápido con los mexicanos, el mismo COVID-19 o nosotros mismos.
Estamos en la línea de vivir lo que pasa en las películas, pero donde ningún país poderoso nos rescate y donde las muertes no son ficticias; de verdad, es momento de que todos nos pongamos a pensar y, como una verdadera nación, reaccionemos para salir adelante.