The Boys entre la sátira y la reflexión social
octubre 2, 2020Quien esto escribe se declara fanático de las historietas, superhéroes, en general parte de ese mundo, incluso he dedicado algunos análisis desde el interés en temas políticos a deconstruir desde esta perspectiva este tipo de historias.
Sabemos que el cine, televisión-streaming al menos desde 2011, tal vez antes, se ha sobresaturado este género, ni hablar del mayor éxito comercial que ha sido el Universo cinematográfico de Marvel, o Warner Bros., a través de los personajes de DC Comics, ha hecho sus esfuerzos propios o bien explorar otros horizontes creativos que le permitan vender a sus personajes por diversos medios.
Aunque hay grandes obras del medio como Watchmen o Kick Ass que abordan otra perspectiva de este tipo de personajes, resulta interesante la propuesta de The Boys, ahora convertida en una serie de televisión del servicio Prime Video, basada en el cómic homónimo escrita por Garth Ennis y dibujado por Darick Robertson.
La historia imagina un mundo actual donde los superhéroes existen, sin embargo, la mayoría de éstos en el universo de ficción están corrompidos a causa de su estatus de celebridades, a menudo muestran una conducta temeraria, déspota, psicópata y despreciativa hacia la gente normal, todo esto bajo el patrocinio de la empresa farmacéutica Vought. Por ello surge un equipo de la CIA sin superpoderes, conocido informalmente como “The Boys”, se ocupa de monitorizar y controlar (usando la intimidación, el chantaje y la violencia) a la comunidad superheroica.
Estos últimos se enfrentarán, algunos a manera de venganzas personales, de los abusos de poder, autoridad, maltrato de muchos de los miembros de The Seven, la parodia o sátira de la Liga de la Justicia o los Vengadores, como se dijo antes mediante diversas tácticas.
Queda para estos tiempos reflexionar sobre cómo la sociedad tiende a idealizar a aquellos que considera sus protectores, constantemente, sin darse cuenta que la misma sociedad que les ha dado ese poder es la misma a la que tratan posteriormente con desdén, desprecio; casi como los políticos de nuestro país envueltos en escándalos, con actitudes que nos hacen cuestionar incluso su salud mental
Homelander, por ejemplo, que es el Superman psicópata de esta historia, nos da una muestra de muchos políticos actuales con una serie de complejos de personalidad de alguien ebrio de poder, carente de emociones. Así como este personaje tenemos otros envueltos en escándalos sexuales, personajes que hacen todo lo posible por no perder su estatus; si nos suena espantosamente familiar a algo en nuestro mundo o México, nuevamente sabrán a qué o quiénes me refiero.
Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24
Imagen: syfy.com