El campo con rostro de mujer

El campo con rostro de mujer

noviembre 23, 2018 Desactivado Por La Opinión de

“Los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
tienen en su centro las cuestiones de igualdad de género y el
empoderamiento de la mujer e incluyen una meta para duplicar la
productividad agrícola y los ingresos de los productores de
alimentos en pequeña escala, en particular las mujeres”
Ban Ki-moon

La cuestión de género está presente en todos los ámbitos relacionados con la agricultura; las mujeres constituyen una parte sustancial de la población económicamente activa dedicada a la agricultura, ya sea como propietarias o como trabajadoras, sin embargo, las mujeres frecuentemente se enfrentan con obstáculos a la hora de acceder a la tierra y a otros recursos naturales, a un empleo regulado y a los servicios de crédito, formación y extensión agrícola.

Estos obstáculos pueden derivarse de formas directa o indirectamente discriminatorias, y traducirse en prácticas socioculturales profundamente arraigadas que acarrean consecuencias negativas.

Mucho se habla sobre los diferentes roles que desempeñan las mujeres dentro de las estructuras sociales, en las cuales se encuentran múltiples variaciones que han generado visibles diferencias; como lo es dentro del sector rural, ya que hablamos de un grupo que experimenta, día a día, un sin fin de vivencias caracterizadas por falta de igualdad fuera e incluso dentro de sus comunidades.

Estadísticas revelan que, en general, las mujeres específicamente de las zonas rurales desean permanecer en sus comunidades y contribuir a su desarrollo; y, con ello, la demanda de posibilidades de empleo, así como oportunidades de desarrollo; generar proyectos y empresas y participación en la toma de decisiones.

Es importante destacar que los cambios que experimentan las zonas rurales no afectan por igual a todas las mujeres, esto debido a que para algunas de ellas representan nuevas oportunidades y para otras, que han tomado fuerza y experiencias, representan nuevos retos.

Las mujeres de las áreas rurales forman un grupo con diversidad de raza, etnia, religión, clase social y región, que contribuyen significativamente en la economía rural de los países en desarrollo, como agricultoras, ganaderas, comerciantes y empresarias.

Para las mujeres, el sector agrícola representa una de las principales fuentes de empleo, debido a que es a lo que mayormente tienen acceso y cubre básicamente sus necesidades y las de su familia. Son prestadoras de servicios a su comunidad, sin embargo nos topamos con que son quienes tienen las jornadas de trabajo más largas, así es, trabajan más que los hombres y ganan menos…

“Las mujeres rurales siguen sin poder alcanzar su potencial. Si pudieran acceder en condiciones de igualdad a los recursos productivos, el rendimiento agrícola aumentaría un 4%, reforzando la seguridad alimentaria y de la nutrición y rescatando del hambre a 150 millones de personas”, manifestaba, en 2015, Ban Ki-moon, entonces Secretario General de las Organización de las Naciones Unidas.

 Por eso, ésta es por y para las mujeres del campo… ¡Por ellas y su presencia reconocida, por ellas y sus derechos!

Alma Daniela

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