López Obrador, vocero de sí mismo
marzo 18, 2019Como Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) marcó la agenda política local y nacional con sus conferencias mañaneras, desde el Palacio del Ayuntamiento.
La estrategia mediática de López Obrador fue, sin duda, la mejor manera de posicionarse como el político más conocido del país; el que opinaba de todos los temas y aparecía en todos los medios de comunicación, determinando la agenda diaria. Como cabeza de la oposición, AMLO era su principal portavoz: primero del Partido de la Revolución Democrática (PRD), después del Movimiento de Regeneración Nacional (creado por él) y más tarde del Partido Morena, su partido.
Actualmente, como Presidente de la República, López Obrador es el vocero del gobierno federal, de las secretarías de Estado, de las acciones de gobierno, de la administración pública federal, de sí mismo. Y es que con sus conferencias de prensa mañaneras, con las que según él informa de todo lo que sucede en su gobierno, habla y opina de todos los temas, incluso de los que desconoce. Se ha convertido en el vocero oficial del régimen.
Sin embargo, la estrategia de comunicación del lopezobradorismo no es la más adecuada; en el pasado le funcionó, pues lo colocó en la escena pública, como actor relevante y como la figura más fuerte y posicionada de la oposición; pero hoy que es el Presidente de la República sus declaraciones, opiniones e incluso confrontaciones con actores políticos y empresariales, provocan inestabilidad política y económica.
Andrés Manuel es un encantador de serpientes, un manipulador de la realidad. Vende transparencia, pero entrega opacidad. Nunca ha respondido a las preguntas incomodas. Siempre se sale por la tangente. Opina de todo, pero nada responde. Como Presidente de la República es omnipresente, es el Gran Hermano (Big Brother) de George Orwell. El culto a la personalidad es la constante, pues se asume la reencarnación de las grandes figuras históricas del país, a las cuales invoca, pero no emula.
El Presidente López Obrador debería moderar sus apariciones en público y limitar sus opiniones acerca de todo, pero no lo hará, porque aunque ya es Presidente de la México, está en campaña permanente. Logró el objetivo, pero visualiza nuevas metas y el estar permanentemente presente es el camino para lograrlo. No confía en nadie para que hable por él, por ello se ha convertido en el vocero de sí mismo.
LA CUADRATURA
Mientras Donald Trump plantea investigar a comediantes en EEUU; López Obrador, a través de Santiago Nieto, denuncia a productores de la serie El populismo en América Latina.