¿Y dónde está lo ahorrado en la 4T?
julio 24, 2019La política de austeridad es la principal crítica al Gobierno del Presidente López Obrador; tan es así, que el Dr. Urzúa renunció al inicio del segundo trimestre de su primer año de Gobierno.
Aunado a la imposición de amigos sin perfil, como es costumbre en todos los Gobiernos, y de las imposiciones sobre qué hacer con el dinero público; se revisó el primer informe trimestral de la SHCP, para conocer la razón numérica y económica de la renuncia.
La realidad en materia de ingresos, en comparación con 2018, es la siguiente:
Los focos rojos están en los ingresos petroleros que cayeron en un 24.7%, es decir, $85,639 millones de pesos, en conclusión, los números indican que no ha funcionado la estrategia en compras y del combate al huachicol.
El ISSSTE es el peor calificado, con una baja del 19.4% en su recaudación por más de $1.2 mil millones de pesos y si a esto le sumamos el recorte de $233 millones de pesos, el impacto es doble.
Los aciertos están en los ingresos no petroleros porque aumentaron en un 4%, lo que significa una buena calificación para el SAT y que deberá mantener esta constante.
De igual forma, el IMSS recaudó $3,722 millones de pesos más de lo estimado; es decir, tuvo una alza del 4.7%. A pesar esto, la SHCP decidió recortar al IMSS $508 millones de pesos, por lo que no existe fundamento presupuestario para el recorte en médicos, residentes, enfermeras, infraestructura y medicinas.
La realidad en materia de gastos, en comparación con 2018, es la siguiente:
Los que han gastado más son: la Secretaría de Energía en un 254% (¿en qué?), el INEGI en un 64.7% (¿para qué?), la Secretaría del Bienestar en un 20.4% (seguro electoral), la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en un 5.5% (la titular, hija de su gran amigo) y la FGR en un 4.8% (¿y los resultados?); en total, estas dependencias han gastado más de $23,882 millones de pesos.
Los que han gastado menos son: Presidencia en un 87.8%, Economía con 79%, la Secretaría de Turismo con 73%, la SCT en un 66%, la SEDATU en un 65%; lo que representa un ahorro de $10,594 millones de pesos.
Ahora bien, donde se ha gastado menos, pero no estamos bien es la SEP en un 30%, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación en un 34% y la Secretaría de Salud en un 12%; en total $17,016 millones de pesos mal ahorrados.
Conclusión: entre lo gastado de más y lo ahorrado, no hay gran diferencia. Claramente se observa el pacto con el magisterio y la falta de interés en la Educación y en la Salud. Lo ahorrado no es claro y tampoco el gasto de más de $12,571 millones de pesos en la Secretaría de Energía.