El poder de la congruencia
octubre 4, 2019Este artículo lleva una dedicatoria especial hasta el cielo
¡Ahora me leerás desde allá!
Uno de los factores que resaltan de los grandes líderes es el de ser congruentes entre lo que se dice y en lo que se hace.
En tiempos de la era digital es mucho más fácil ser tomado en un acto de incongruencia, simplemente con una grabación de voz, un video o una foto, y con la influencia de las redes sociales seguramente se va a hacer viral.
En todos los ámbitos seguramente se encontrarán casos dignos de analizarse y la política no es la excepción a la regla. Hoy en día, alrededor del mundo escuchamos discursos carentes de ideas, sin contenido de valor y con objetivos poco viables, medibles y realizables, como bien decía don Jesús Reyes Heroles, “en política la forma es fondo”. En el caso específico de México estamos viviendo una época de un discurso que tiene mucho apoyo, hasta ahora, pero poco sentido; lleno de buenas intenciones, pero sin forma.
Hay una máxima dentro del medio político que dicta “percepción es realidad”, los que hemos tenido la oportunidad de participar en alguna campaña política sabemos que es cierta, en parte, pero es muy complicado manejar la narrativa durante todo el sexenio; si algún factor se sale de control, se entra en una desestabilización que podría afectar seriamente a la administración.
Me agrada mucho la idea de una administración austera, pero ojalá se materialice y los recursos realmente se aprovechen de manera eficiente; ojalá le hagan caso al expresidente Benito Juárez al que les encanta citar constantemente “mis dichos son mis hechos, mis hechos son mis dichos”.
Es claro que no hay una persona libre de errores, todos tenemos derecho a equivocarnos, pero también tenemos la obligación de reivindicarnos para mejorar; ojalá que nuestros políticos entiendan el gran poder de la congruencia, es un proceso que se trabaja día a día, que nos limita, pero que nos mantiene en el camino de lo que somos; nos permite no perder el enfoque y por tanto hacer nuestro mejor esfuerzo, el cual seguramente nos va a hacer rentables y queridos, según sea el caso.
