La desigualdad que frena, la desigualdad que late
noviembre 1, 2019Neil Degrasse Tyson es un gran científico, astrofísico, –para muchos– una de las grandes mentes del mundo, compartiendo espacio con Stephen Hawkins o Carl Sagan. Para él, la educación y la igualdad deben de ser una prioridad.
“Imaginemos que Isaac Newton hubiera nacido en otro país, con otras condiciones, con hambre, enfrentándose a violencia, no teniendo acceso a alimentación y mucho menos a educación, por no morir de hambre probablemente no hubiera llegado a lo que descubrió”.
En dicho ejemplo este gran científico habla meramente de la desigualdad, la que impera en muchas partes del mundo, y en muchos espacios cotidianos de la vida, que enfrentan miles de niños.
Ahora imaginemos la misma historia, pero pensemos que es una mujer; cuánto habremos de haber perdido como soluciones a problemas diversos porque la mujer que pudo haberlo descubierto no pudo desarrollarse de la manera en la que ella mejor hubiera querido.
Imaginemos a una niña, formada desde una visión heteronormada y patriarcal, con un talento para las ciencias, las matemáticas, tal vez para la investigación o la medicina, y que por infortuna haya nacido en el seno de una familia machista, que buscara conseguirle un hombre, que forme una familia y que se dedique a su hogar, y tal vez un descubrimiento, la cura de alguna enfermedad, un invento notable se quedó ahí.
Eso ocurre en miles de casos, mujeres que ven en el estudio de la ciencia y la tecnología un espacio dominado por hombres; basta con asistir a las aulas de las facultades de ingeniería llenas de hombres, con una que otra mujer en sus espacios, en contraste con las aulas de las facultades de enfermería o de educación, donde los hombres son los menos.
Según una encuesta realizada por la consultora Accenture, en los EEUU, el 52% de los padres y el 57% de los maestros encuestados admiten haber creado estereotipos a nivel inconsciente sobre las niñas y los niños, en lo que respecta a las materias de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Sumado a ello habría que decir que las carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología, la informática o las matemáticas son aquellas que pueden garantizar un mejor desarrollo profesional, un mayor acceso a recursos económicos y mayores oportunidades de empleo, ya que al final todas las cosas se producen mediante ciencia, tecnología, o matemáticas; hoy nos encontramos más conectados que nunca, de tal forma que es necesario expertos y cientistas informáticos.
Es por ello que la inversión que se realiza en educación, y aquella que se realiza en cuanto a ciencia y tecnología, debe de contar con una perspectiva de género que le permita impulsar que más mujeres participen en ellas, que más mujeres se desarrollen en estas áreas y que podamos hablar que una y muchas mujeres llegaron al lugar al que han querido estar por tener condiciones dignas, oportunidades y por contar con modelos idóneos de perspectiva de género.
Historias que nos den más descubrimientos, para dejar de lado la justificación absurda “a ella no, porque es mujer…”
