La encrucijada ciudadana (parte II)

La encrucijada ciudadana (parte II)

marzo 19, 2021 Desactivado Por La Opinión de

Poníamos en contexto que es complicado lograr una participación ciudadana plena, en los asuntos públicos, debido en gran parte a que no hemos logrado dar el paso a la democracia deliberativa por situaciones culturales, sociales y políticas.

Una de las limitantes de la democracia, en el sentido deliberativo, es que no todos poseemos el mismo nivel de información, aunado a la infodemia, lo que no nos da claridad y en ocasiones sentido común para la toma de decisiones importantes.

Por ejemplo, imaginemos que el gobierno tiene que tomar una decisión con respecto a un tema de salud pública, desarrollo económico o de tipo más técnico; sin afanes de menosprecio de todos los sectores de la sociedad, creo que estaremos de acuerdo en que no todos son expertos en la materia y en ocasiones se podrá dejar de lado el sentido común por toda una serie de prejuicios o nociones morales, ideológicas, culturales, etc.

Sobra decir qué hacer ante ese panorama, en primer lugar, muchos estudiosos de la administración pública en México como en el mundo han insistido en la profesionalización constante del quehacer gubernamental. Situación que en nuestro país ha tenido importantes avances, pero a la vez retrocesos, pues persiste aún en todos los niveles del gobierno la idea de preferir a los amigos, aliados u operadores políticos en puestos dentro de la administración para los que claramente no están calificados. En contraste con áreas en las que para el ingreso son más meticulosos en la evaluación de perfiles, procuran tener un proceso que se apegue a la transparencia y rendición de cuentas, a pesar de que puede imperar la designación de los mejor preparados, capacitados o bien como muchas cosas en este país una simulación.

Habiendo superado, tal vez, el dilema anterior, tendremos que plantear que el gobierno haga lo mismo en cuanto a la toma de decisiones, pero en ocasiones vemos que por capricho político, desvío de recursos públicos que desemboca en actos de corrupción, el llevar a cabo o implementar políticas públicas sigue condicionado a la improvisación, situación que durante todo el proceso presenta dificultades, que a su vez si estas son motivo de crítica a quiénes gobiernan, dependiendo el caso puede justificarse, racionalizarse, en algunos casos hasta culpar a los predecesores.

A todo esto, considero que el statu quo en este tema nos ha sumergido a la vez en un desencanto por ser partícipes de la esfera pública, mientras que para los gobiernos la carencia de evaluación, en ciertos casos validación de su actuar, realmente no es de su interés.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24


Imagen: Eak K. / pixabay.com 

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