FGR: la inquisición gansaria
agosto 26, 2022Sin duda, vivimos tiempos un tanto peligrosos como confusos en nuestro país, en especial tras lo sucedido el pasado 19 de agosto, hablamos ni más ni menos de la aprehensión del exfiscal Jesús Murillo Karam, así como la liberación de la ex secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, quien estuvo tres años en prisión por un delito que ni siquiera amerita la cárcel.
Mucho se habla, entre comentaristas políticos e incluso la misma clase política, de la existencia de un llamado pacto de impunidad entre el gobierno de Enrique Peña Nieto y el del presidente Andrés Manuel López Obrador. Consistente en no tocarlo a él, a pesar de que la FGR lo investiga actualmente, pero que evidentemente tendrían que haber chivos expiatorios, en este caso una de ellas fue Rosario Robles.
La causa fue el escándalo conocido como la Estafa Maestra, uno de los muchos casos de corrupción de la administración anterior, aunque debemos recordar que también la exfuncionaria también formó parte de las filas del PRD, por lo que no se descarta para nada que la situación que vivió fuera producto de una venganza política del presidente a través de la FGR, que sirve como un aparato inquisitorial de la 4T.
Ahora bien, qué hay con el caso del exprocurador, quien al momento de que esto se escribe ya está en el Reclusorio Norte, pues me parece no es casualidad que hace días como ya se ha señalado Alejandro Encinas, actual subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población de la SEGOB, diera una actualización sobre la investigación pertinente de los 43 normalistas de Ayotzinapa, por lo que siendo profundamente malpensado esto va empezando a tener un móvil político.
Pues ya empieza a causar dudas e incertidumbre el actuar de la Fiscalía, que no tiene nada de autónoma a pesar de lo que diga la Constitución o las leyes correspondientes, recordemos que vivimos en el México donde el principio jurídico de la supremacía de la ley es un cuento, parafraseando al titular del Poder Ejecutivo.
Muchos esperábamos o lo seguimos haciendo que se sancione severamente los actos de corrupción a nivel gubernamental, que éstos no queden impunes, pero tampoco que esto sea un abuso de las instituciones de justicia del Estado Mexicano para orquestar venganzas políticas e incluso los llamados distractores que ayudan a fortalecer narrativas de que tenemos un excelente gobierno que disfraza su ineptitud en excusas y culpar al pasado.
Gildardo Ledesma
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