Entre los discursos de odio y la cancelación

septiembre 2, 2022 Desactivado Por La Opinión de

En los últimos años ha existido una permanente campaña en medios, en especial en las producciones de cine, tv, ahora streaming, en las que son duramente criticadas muchas compañías por querer imponer agendas consideradas “progresistas” o bien en favor del correctismo político. Sin embargo, con la libertad que dan las redes sociales, aunado a la memorable frase del semiólogo italiano Umberto Eco, en efecto ese empoderamiento se convirtió en lo que manifestó alguna ocasión como esas legiones de estúpidos dando su opinión.

Y ello obliga también a un análisis de nuestros valores, creencias, que implica a su vez la normalización de otras, así como el añorar otras. Pongámoslo de esta manera: con el boom casi burbuja de los servicios de streaming, a Netflix se le critica duramente por incluir como cuota a personajes o temáticas de la comunidad LGBTTQ, inclusive en adaptaciones de libros, novelas gráficas, así como otros productos, lo anterior de manera contraproducente viene a ser del disgusto de las audiencias.

Por otra parte, plataformas como Disney+ o HBO Max han tenido que incluir advertencias en aquellos contenidos de su autoría, en especial películas como Los Tres Caballeros, en el caso de la primera, hasta en cortos de Bugs Bunny, ya que muchas de estas fueron producidas en los años 40 del siglo pasado.

Hay muchos casos que podemos citar de esto, en los que estas compañías están envueltas y han tenido que reconsiderar e incluso adaptarse. Es sabido que lo hacen por cuota algunos de ellos y para que no se genere una polémica enorme al respecto. Pongamos algunos antecedentes, que van desde los puristas molestos por Heimdall en las películas de Thor, un personaje de la mitología nórdica que también aparece en los cómics de Marvel, al ser caracterizado por un actor afrodescendiente y talentoso como Idris Elba. Cabe señalar que, apegándonos a la religión vikinga, es descrito como un hombre blanco, pero también convengamos que, dado que en el universo ficticio los dioses nórdicos son extraterrestres, el reclamo puede carecer de sentido. Lo mismo aplica para aquellos molestos con la inclusión de otras etnias en el mundo creado por JRR Tolkien (El Señor de los Anillos), pues en la serie próxima a estrenarse en streaming, se consideró incluir actores latinos, afrodescendientes, para interpretar personajes que claramente están inspirados en el folclor anglosajón-nórdico.

Considero que en estos casos ha sido mucho ensayo-error de las compañías, pero al mismo tiempo han estado haciendo su tarea, a pesar de que a algunos les pudiera parecer molesto; me parece que molestarse por un producto de ficción demuestra lo bajo que mucha gente puede caer, denotando su molestia, y añadido a esto cualquier político que pueda sacudir las jaulas promoviendo un discurso de odio-divisivo es un escenario conocido así como preocupantes.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24