Andor: un retrato de la opresión social

octubre 21, 2022 Desactivado Por La Opinión de

Para muchas generaciones es conocido el gran amor y fanatismo que existe por la saga de Star Wars, concebida por el cineasta legendario George Lucas a finales de la década de 1970; si bien ha tenido sus altibajos, desde el lanzamiento de las precuelas hasta la adquisición de la franquicia por parte de Disney.

Es un hecho que la saga revivió en el 2015 y 2019 gracias al cine, junto con los servicios de streaming, pero fue en 2016 cuando la saga nos dio una nueva perspectiva, incluso más realista, dentro de los alcances de este universo ficticio, gracias al filme Rogue One: A Star Wars Story, que narra la historia de cómo un grupo de rebeldes, con tintes de escuadrón suicida, roba los planos del arma conocida como la Estrella de la Muerte.

Y para los fans mexicanos fue aún más motivo de emoción el que uno de los protagonistas de esta historia llamado Cassian Andor, rebelde y piloto con un oscuro pasado, fuera interpretado por el mismo Diego Luna. Eventualmente la historia fue tan alabada por los seguidores, hasta que tarde o temprano se buscaría abordar algo sobre los personajes en formato de cómic, videojuegos o serie tal como es el caso.

Fue así que, para septiembre de este año, se lanza en streaming la serie Andor, que funciona como precuela de la historia que vimos en la pantalla grande hace seis años, donde vemos que el personaje interpretado por el charolastra es una de esas personas del día a día en la galaxia lejana, haciendo su camino por el contrabando hasta que es reclutado por las primeras células rebeldes para robo de recursos a manera de tácticas de guerrilla.

Sin embargo, en la serie, de la que poco se está hablando, quizá por saturación de otros productos propios y de la competencia, vemos esa galaxia donde están los valientes, los campesinos, los chatarreros, obreros, soldados, corporaciones, políticos idealistas, cuyas intenciones se ven opácalas por la maquinaria de la opresión imperial.

También vemos, al igual que en su secuela fílmica, los claroscuros del Imperio, la Rebelión, en la que los personajes no están volcados al bien o mal por completo, dada la ausencia de usuarios de la Fuerza como los Jedi o Sith, que, si bien sabemos andan por ahí, en esta historia no ocupan la atención por completo.

Lo cual es un reflejo de cómo viven las personas, la opresión de un régimen totalitario, algo que resuena mucho en estos tiempos de polarización, discurso de odio e intolerancia.

Gildardo Ledesma
Twitter: @gledesmaa24