Aunque el militar se vista de civil, militar se queda
enero 22, 2019Con todo el drama por el tema del desabasto de combustible, y con el incidente de Hidalgo, hay un tema que ha pasado largamente desapercibido, pero muy probablemente tenga extensos efectos en los próximos años; me refiero a la creación de la Guardia Nacional, la respuesta de AMLO a la crisis de seguridad pública que se vive en el país.
Como antecedente, cabe mencionar que AMLO fue un duro crítico de la estrategia de seguridad y antidrogas de Felipe Calderón –continuada por Enrique Peña Nieto–, a la que le atribuyó la espiral de violencia que sufrimos desde 2006. Divertido que, en esta ocasión, el PAN votó en contra de la propuesta, mientras que el PRI y Morena fueron quienes la pasaron. En este tema se rompió el PRIAN y se formó el PRIMOR.
En el discurso del señorpresidente, la militarización de la seguridad pública y el combate frontal han sido la causa y una de sus promesas de campaña fue “sacar al ejército de las calles para que vuelvan a sus cuarteles”. Y AMLO en el poco tiempo que lleva en el poder se ha caracterizado por muy rápidamente cumplir promesas… pero ésta no ha sido una de ellas; por el contrario, el ejército no sólo se mantendrá en las calles, sino que ahora las policías militar y naval tendrán mandato civil y la policía federal se militarizará.
La Guardia Nacional es, por lo tanto, la misma gata, nomás que revolcada. Es un paso más hacia el debilitamiento de las instituciones civiles de seguridad pública, muy en particular a las locales. En su primera etapa, incorporará a miembros de la Policía Militar, Ejército y Marina. Elementos militares, con equipo y entrenamiento militar, mandados por militares. El “mando civil” que tanto se mencionó en el Congreso es pura estética… para eso, se puede decir que todas las fuerzas armadas tienen mando civil, dado que el Presidente es el comandante supremo.
La Guardia Nacional no es, pues, una estrategia para reducir la violencia, sino para fortalecer el poder del Ejecutivo. No se engañen, el presupuesto para la GN viene, en parte, de reducciones presupuestales a la Policía Federal, policías locales y a la Fiscalía. Representa una mayor centralización y militarización de la seguridad pública, con todos los riesgos que conlleva en materia de violencia y violaciones de derechos humanos. Y eso ya ni para hablar de la ilegalidad en la que se gestó el proyecto, dado que el Ejecutivo ya hacía promoción de la institución cuando ni siquiera existía.
No me malentiendan. Yo, en lo personal, creo que el uso de las fuerzas armadas por EPN y Calderón se debió a fallas estructurales en el aparato de seguridad pública, que no había forma de paliar en el corto plazo, por lo tanto, creo que fue una decisión acertada; sin embargo, creo que mientras usarlas es apropiado, debe hacerse en paralelo con una estrategia de fortalecer y dignificar a las policías, con miras a un eventual regreso al cuartel. Respecto de AMLO, creo que intentar disfrazar a los militares está mal y me parece un intento de engañar al electorado. Y creo que hacerlo mientras debilita aún más a las instituciones de seguridad pública llevará a que los problemas de criminalidad se agudicen durante su sexenio.