A mitad del camino, y el tiempo se va…

A mitad del camino, y el tiempo se va…

julio 1, 2021 Desactivado Por La Opinión de

Las elecciones intermedias de este año mostraron un cambio significativo en el comportamiento del electorado, respecto a la elección del 2018. Si bien podemos medir estos resultados como aún favorables con relación a las gubernaturas para el partido en el gobierno, no fue lo mismo en algunos distritos federales y locales, así como en diversos municipios del país, debido a que el padrinazgo o la suerte fortuita de quienes fueron cobijados por Morena y resultaron vencedores hace tres años por el voto seis de seis, gracias al fenómeno transformador que prometía el entonces candidato López Obrador.

Los resultados no favorables para esos actores locales, quienes volvieron a apostarle al voto masivo o de respaldo al proyecto presidencial, les costó la elección principalmente por su falta de experiencia, de resultados y de operatividad política. Mientras que los partidos de oposición lograron recuperar bastiones importantes en las principales ciudades del país, que, si logran ser bien gobernadas en los siguientes meses y contar con una buena aprobación local, podrían dar un golpe de autoridad en la mesa rumbo al 2024.

La pasada elección también nos deja un reacomodo del sistema de partidos políticos, ya que la poca conexión que tuvieron los partidos nuevos con la ciudadanía demostró el poco liderazgo de quienes están a la cabeza de éstos. Sin duda la sumatoria de esas estructuras de los partidos que perdieron su registro pueden fortalecer a determinados partidos locales o nacionales, que logren hacerse de esos pequeños liderazgos. Si bien la elección 2021 logró contar con una importante participación ciudadana, podemos afirmar una vez más que aún no estamos listos para consolidarnos hacia una democracia participativa, partiendo de nuestro modelo actual de democracia representativa.

Hacemos mención de lo anterior, por la próxima consulta popular que se llevará a cabo el primer día de agosto, la cual pretende lograr la participación de más del 40 por ciento de la lista nominal, para iniciar con un posible juicio a los expresidentes de este país, la cual creemos indudablemente es parte de una estrategia netamente política, más que de una verdadera muestra de justicia social, que fueron los excesos y los agravios por parte del ejecutivo en turno, en el pasado reciente de nuestro México.

Es una consulta que costará muchos recursos económicos y súmele a todo esto la reciente elección, en relación con el costo beneficio que dicha consulta podría dar, frente al control de la pandemia actual. Otro gasto importante del próximo año será la otra consulta de la revocación del mandato del presidente. Pero aquí, la pregunta más importante es ¿Existe un movilizador contundente que logré una alta participación ciudadana? Posiblemente sí, en caso contrario el ejercicio fracasó, pero ambas consultas tienden a crear grupos pro AMLO y en su contra.

Se prevé que la división social que prevalece actualmente en nuestro país termine por acentuarse aún más, lo que puede traer como consecuencia una crisis política y social a finales del sexenio, que incluso no pudiendo ser bien manejada por el sucesor presidencial, podría ser heredada. Por lo que, en relación con las acciones concretas en los grandes temas como la corrupción y la seguridad, quedarán pendientes una vez más, pues una consulta popular no puede dar por sentado el cabal cumplimiento de la ley, respecto al proceder judicial.

El tiempo se le va al presidente, es momento de hacer tregua política, para beneficio del país, si verdaderamente desea ser recordado en los libros de historia y quizá leer en algún futuro sus aciertos que verdaderamente transformaron.

Alejandro Villafuerte


Imagen: Free-Photos / pixabay.com

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