No es lo mismo…
octubre 1, 2018Marlon López Piña
En política es imposible darle gusto a todo el mundo.
En México, ser oposición es altamente sencillo; criticar, atacar, proponer alternativas y capitalizar el malestar social para tu beneficio, sin necesidad de demostrar capacidad o superioridad ante los gobernantes en turno.
Recientemente, en redes sociales ha habido una intensa actividad respecto a la designación de Sergio Mayer como presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados. Le han llovido críticas, burlas, memes, etc., que tratan de exhibir su ignorancia y poca capacidad para desempeñar esa tarea, apelando a su trayectoria como striper en el mundo del espectáculo.
En sus últimas entrevistas, hemos visto a un Sergio Mayer como diputado federal real: defiende su posición, habla más de él que de los problemas sociales y, lógicamente, siente el poder y la necesidad de conservarlo. En resumen, ya es un operador dentro del sistema que tanto criticó.
Ahora saben que la ciudadanía es exigente; ahora saben que es difícil gobernar; ahora saben que las redes sociales también pueden destruirlos si no son perfectos. ¿Ya vieron que no es lo mismo?