México después de Evo Morales
noviembre 13, 2019Es difícil hablar de cómo nuestro país puede ayudar en temas de política exterior, teniendo fuertes problemáticas internas, como el terrible incremento de inseguridad, los compromisos pactados en campaña sin resultado alguno, el estancamiento económico, el conflicto que se genera hoy (ayer) martes 12 de noviembre 2019 de la Cámara de Senadores por el nombramiento de la CNDH, etc.
Pero es importante reconocer que el gobierno mexicano hace una jugada audaz al recibir en asilo político a Evo Morales, personaje con amplia historia no sólo de su país sino de América Latina.
México vuelve a ser una pieza clave para la relación de los países latinoamericanos y el gigante del Norte, ante un evento histórico, siempre y cuando maneje este asilo político con la ética y estrategia necesaria, con el fin de ayudar a generar la paz social en el proceso de asegurar la integridad de los afectados.
Lo que sucede en Bolivia en este momento es un hecho histórico, con repercusiones para todo el ambiente político; tiene dividida la opinión del mundo, con los puntos de vista a favor y en contra del suceso y he aquí la pregunta: ¿qué futuro le viene a nuestro país con esta participación..?
Evo Morales, con 13 años en el encargo político de la presidencia de Bolivia, hasta el 10 de noviembre 2019 que presentó su renuncia, es un elemento lleno de información y experiencia sobre la política latinoamericana, con fuerte relación en los países como Venezuela y que seguirán en la lupa del continente.
Controversia desde su primera elección, al no ser aceptado por Estados Unidos de América, hasta el día de hoy, con la serie de sucesos que desencadenaron en dimitir a su cargo.
Aún falta mucho por saber, en la conferencia mañanera del martes 12 de noviembre, día que se anunció esta noticia y se esperaba el avión del Ejército mexicano que lo transportaba, no se dieron muchos detalles ni siquiera de su estancia, pero es importante estar al pendiente de lo que está por venir.
Doble reflexión:
En la frase, “candil de la calle y oscuridad de su casa”.
Y recordar que la información es poder y el poder debe ser para el bien común.