Añorando el pasado (parte III)

Añorando el pasado (parte III)

noviembre 22, 2019 Desactivado Por La Opinión de

Del fraude de Hernán Cortés a la Revolución. En esta ocasión completamos la trilogía de añoranza del pasado histórico en nuestro actual gobierno, esta vez con dos temas en particular, el primero la declaración del Presidente López Obrador de asegurar que fue Hernán Cortés el primero que cometió fraude, ya que se proclamó gobernante sin fundamento legal alguno.

Respecto a este punto, el “presidente historiador” hace gala de su completa ignorancia, respecto a los procesos históricos-políticos que ha vivido nuestra nación; me parece absurdo señalar esto como si fuera una constante del comportamiento del mexicano o de su clase política, en primera para 1519-1521 México aún no existía en el concepto de Estado-Nación, apenas en esa época ni siquiera teníamos idea de constituir la Patria que hoy conocemos.

Sin embargo, dadas las fechas, aunado a la conmemoración de un aniversario más de la Revolución Mexicana, no está de más dejar aquí algunas reflexiones, comparaciones y demás con respecto a tan importante acontecimiento que definió la historia política reciente nacional.

En la entrega anterior de estas reflexiones, hablábamos de la figura del caudillo que definió buena parte del devenir histórico del país, en una época convulsa, de anarquía y de ser el país de un solo hombre; si bien la culminación del proyecto juarista se logró, se continuó en algunos aspectos con Porfirio Díaz, quien logró una relativa paz, aunque a un alto precio. Éste era el enfrentarse a una rebelión popular derivada de una desigualdad, si bien hay fuentes bastantes interesantes que mencionan que dicho movimiento no fue más que una insurrección plantada desde intereses extranjeros con tema económico, dado el contexto de la Primera Guerra Mundial, lo cuál deslegitimaría un poco la intención del movimiento.

Tal y como se evidencia la falta de comprensión del mandatario, respecto a la evolución de estos procesos previos a la revolución, dudo que comprenda la parte final de este proceso, mismo que lo benefició en su carrera política, pues el régimen político surgido en consecuencia a partir de 1929 definió las formas, la estructura misma del sistema, hablamos del mismo PRI que institucionalizó la lucha revolucionaria.

No hay que olvidar que es el mismo sistema que mandó al diablo en 2006, impulsó su carrera política en las filas del partido hegemónico, y más recientemente le permitió llegar a ocupar la Presidencia. Ergo, ¿con qué autoridad moral acusa al pasado remoto de impulsar el fraude, la corrupción?, ¿no comprende el pasado a pesar de su afición o añoranza por el mismo?

Gildardo Ledesma

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