Añorando el pasado (parte I)

Añorando el pasado (parte I)

septiembre 20, 2019 Desactivado Por La Opinión de

Sabemos que el discurso de López Obrador gira en torno a un cambio no de gobierno, sino de régimen político, aunado a su “lucha anticorrupción”, además de su populismo centrado en un carácter ilusorio. Por ello habrá que analizar que tanto hay de las ideas de Hidalgo, tal vez Morelos o Iturbide, en el aparente espíritu transformador. Por esta razón, y a propósito del mes patrio, conviene hacer una revisión discursiva dividida en dos partes, esta sería la primera.

Tenemos a Miguel Hidalgo, un líder nato, miembro del clero, que de repente organiza al pueblo a levantarse en armas, probablemente en aras de cambiar el statu quo de la sociedad colonial. Sin embargo, la otra cara es que la invasión napoleónica a España deja al Imperio, y sus colonias, en una situación de inestabilidad política, por lo que el cura además de mal llamado padre de la patria, realmente no buscaba el cambio anhelado.

Revisemos a José María Morelos y Pavón, si bien es un discípulo de Hidalgo, sus ideas no eran las mismas; era un hombre que tuvo la visión de constituir una nación mexicana, aunque apegada también a los principios heredados de la colonia, uno de ellos la religión.

Por ello resulta una gran ironía histórica hacer vítores a la libertad, la igualdad o la fraternidad entre mexicanos, cuando dichos valores que aluden a la Revolución Francesa y que erróneamente se enseña en las escuelas que fueron factores al menos externos, cuando observamos en la realidad histórica que España y la Francia revolucionaria eran sociedades completamente distintas; la primera buscaba conservar los privilegios de ciertos grupos o clases, mientras que la segunda hizo un rompimiento de la estructura; aunque si nos vamos a factores similares, en ambas tenemos la característica de una revolución burguesa, esto es que los individuos un poco más privilegiados que la base buscaban ahora el poder.

Toca hablar de Iturbide, un exmilitar español que, si bien tuvo el pragmatismo de aliarse, para entonces poder llegar al poder, además de la visión de un país ya libre e independiente, con la particularidad de querer seguir anclado al pasado español, buscando un Imperio en suerte de Monarquía Constitucional lejos de los principios liberales de una democracia.

Hasta aquí la constante de que los héroes o villanos de la historia nacional, tuvieron ideas buenas, efímeras y loables, pero que difícilmente lograron desanclarse del anhelo hacia el pasado, algo muy distintivo del lopezobradorismo en toda su extensión.

Gildardo Ledesma

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