Niñez, la semilla del futuro
abril 30, 2024Este artículo va dedicado a la celebración que llevamos a cabo en este mes para todos los niños y niñas. En nuestra sociedad, la niñez es la población más delicada y valiosa porque representa nuestra continuidad. El desarrollo que adquiere en su crecimiento sienta las bases para su futuro, en este periodo de suma importancia se moldea su personalidad, abarcando diferentes aspectos, como el emocional, cognitivo, físico y social. Cada uno de estos aspectos entrelazados conforma al futuro individuo y establece su capacidad de identificar, así como regular emociones, su capacidad para aprender y su manera de relacionarse con otros.
Una nutrición adecuada, estímulos adecuados para su aprendizaje, actividades físicas a través de juegos y seguridad emocional son piezas esenciales para un sano desarrollo infantil, tener en cuenta que el permitirles acompañarnos en las tareas diarias, pero sobre todo participar, así como convivir con ellos con lo que despierte su atención, debe ser de manera consciente para tratar en la medida de lo posible de mostrarles valores y buenos hábitos, ya que en la práctica es la mejor manera de que lo absorban y, durante esta etapa, literalmente son unas pequeñas esponjas con una gran capacidad de absorción.
Un punto a favor dentro de este tema es que, en nuestros días, se ha logrado dar una mayor atención a la inteligencia emocional, nos falta mucho por avanzar en este tema, pero se ha logrado una mayor conciencia que está rescatando a muchos jóvenes y adultos. Es aquí donde es de suma importancia aplicarlo de manera ininterrumpida en los más pequeños, ya que si empezamos desde esa temprana edad se traduciría en adultos más resilientes, creativos, socialmente competentes y felices.
En un mundo que cambia rápidamente y que enfrenta desafíos cada vez más complejos, la capacidad de adaptarse y superar obstáculos es invaluable. Aquí es donde la inteligencia emocional se vuelve una pieza clave, los niños que desarrollan estas habilidades están más equipados para enfrentar los retos de cada día, ya que tienen una comprensión más profunda de sí mismos y de cómo interactuar de manera positiva con el mundo que los rodea.
Como adultos, hermanos mayores, padres, tutores, sociedad en general, es nuestra responsabilidad preocuparnos y sobre todo ocuparnos en fomentar el desarrollo de la inteligencia emocional en la niñez, proporcionando entornos seguros y de apoyo donde los niños puedan explorar y expresar sus emociones libremente para de una manera adecuada identifiquen, desarrollen habilidades emocionales saludables.
Equipando a las generaciones futuras con las herramientas necesarias para manejar por las complejidades del mundo emocional, sienta las bases para una sociedad más empática, equilibrada, justa y sobre todo sostenible.
Como el proverbio chino menciona: “Si haces planes para un año, siembra arroz. Si los haces para diez años, planta un árbol. Si los haces para toda la vida, educa a un niño”.
La inteligencia emocional en la niñez les garantizaría una vida más positiva y sin duda un cambio increíble para nuestro mundo.
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